Después de casi siete meses de espera, la compañía de seguros La Positiva, con la que tenía contratado el seguro de perdida de total de la Explorer (nada económico por cierto) ha resuelto el expediente. Atrás han quedado siete meses de irles detrás casi cada semana, siete meses de asegurarme que estaba todo en regla y que el papel que me faltaba no iba a ser necesario si hacía una declaración jurada sobre lo que había pasado. Siete meses después me han comunicado por escrito, después de enviarles un nuevo requerimiento, que ese papel que me falta les exime de toda responsabilidad en cuanto a indemnizarme por la perdida del vehículo. La cara de tonto que se me ha quedado es mayúscula. Más cuando en lugar de tomar la opción fácil y dejar la moto aparcada un fin de semana en algún lugar de la «segurísima» Lima e ir a buscarla el lunes a ver que me encontraba, decidí denunciar el accidente aún consciente que me faltaba ese papel.
Como las (malas) noticias no llegan solas, dos días después me llamó la SUNAT (agencia tributaria peruana) para regularizar el estado de la moto en el país. Había pedido un par de prórrogas al ‘permiso de internación’ de la moto, pero ante la perspectiva de que La Positiva diera por bueno el siniestro, no fui a pedir nuevas prórrogas y el permiso finalizaba en julio de 2015. La normativa aquí es que si excedes este plazo, la SUNAT puede embargarte el vehículo, pero me comentaron que si la repatriaba lo antes posible no habría problema.
Volví a contactar con MotorBikeCargo, los que me habían traído la moto a Lima, e intenté encontrar algún presupuesto para barco, total, ahora no tenía ninguna prisa en que llegara a Barcelona. Finalmente y ante la presión del tiempo que me metía la SUNAT, opté por repatriarla en avión con MotorBikeCargo. Ellos se encargaban de los tramites de aduana y me la ponían en la dirección que les indicara en Barcelona. Sólo me faltaba conseguir quien me embalara la moto, así que tiré de google y encontré una empresa cerca del aeropuerto que por unos S./400 me construía la caja con el certificado sanitario y todo. Por S./150 contraté un transportista que me llevara la caja al almacén del aeropuerto.
Una vez más, los tiempos en este país se disparan. Recoger la moto en el taller, meterla en la caja y llevarla al aeropuerto. Teniendo en cuenta que los de la caja me habían dicho dos horas en montarla y que el taller abre a las 8am, mi inocencia me hizo pensar que a las 11-12h estaría en la oficina con el trabajo hecho. Nada salió bajo el plan previsto y fui acumulando retrasos, pero a las 13h tenía la moto en una caja y cargada en el camión. Sólo me faltaba el muelle de carga donde descargarla en el almacén del aeropuerto (Talma). Algo tan fácil y en teoría previsto por los agentes de aduanas contratados y con experiencia en esto me llevó la friolera de 4 horas de espera!! Así que a las 17h aproximadamente conseguía descargar la caja en el muelle de Talma. Ya está! Iluso de mi!! A la caja le faltaban unos papeles y no podía ingresar en el almacén, así que se quedaría en el muelle hasta que esto se solucionase. Obviamente no me hizo ninguna gracia y mi intención era quedarme ahí hasta tener un recibo de entrada en el almacén. A las 20h y tras confirmar el agente de aduanas que aún tendría que esperar un par de horas mínimo, decidí desistir y dejarle a él el tramite y retirarme a casa.
Entre tanto, me acerqué a la SUNAT para pedir el permiso para sacar la moto del país. Pues bien, lo que 2 semanas antes era todo urgencia para retirar la moto del país, ahora tenía que presentar al día siguiente una instancia haciendo una petición formal. Me tocaría volver al aeropuerto y volver a llegar tarde a la oficina, pero si con eso lo dejaba listo me quedaba tranquilo. Al día siguiente y ya con la confirmación del agente de aduanas que la moto había ingresado a Talma, me presente en la SUNAT con mi mejor sonrisa y una instancia alegando los motivos que me habían llevado a tener de manera irregular la moto en el país y solicitando el permiso para retirarla. Creía haber entendido el día anterior que iba a ser una mera formalidad, pero la siempre amable mujer de la SUNAT, me dijo que lo tenía que mirar el abogado y estaba de vacaciones. WTF!! «Vuelve el lunes» – me dijo – «Llámame por la tarde y sabré algo». Ya no iba de un día, en principio el vuelo no estaba previsto hasta el 11 o 12 de noviembre.
El lunes llamo a la hora acordada y me dice que está saliendo a una reunión, que le llame el martes a las 10:00h. De mientras el agente de aduanas me reclama el permiso de salida o la aerolínea no me dejará embarcar la caja. El martes llamo nuevamente y ahora el abogado tiene que escalar la consulta. El plazo de respuesta es de 15 a 20 días. No lo puedo creer!! Hace tres semanas tenía que salir del país lo antes posible, ahora van a tardar un mes en darme respuesta de si puedo salir del país o no. No podían haberme dicho eso directamente y en lugar de buscar un envío urgente (y por tanto más caro) hubiésemos hecho primero las gestiones y luego ya me habría preocupado del envío?
Pero no se acaba ahí la situación surrealista. La BOE (Brigada de Operaciones Especiales) ha requerido inspeccionar la moto en Talma. La BOE se encarga de revisar exportaciones en busca de estupefacientes o contrabando y para revisar la moto ha pedido la presencia de un embalador (van a desmontar la caja) y un mecánico!! Quieren desmontar partes de la moto en búsqueda de cocaína!! Pero, no hay perros que ya hacen eso?? De donde saco yo un mecánico que se desplace al aeropuerto a pasar el día a expensas de la BOE para, lo más grave, desmontar la moto!!
Total, empecé esta entrada hace una semana, con la idea de explicar que había regresado la moto a casa. Por el momento aún no sé si esto será posible, si me la embargará la SUNAT por tener el permiso de internación caducado o si me desmontarán la moto entera en busca de cocaína. Creo que va siendo hora de buscar un abogado o empezar a repartir coimas a diestro y siniestro.
Una respuesta a “Cerrando el círculo, o intentándolo”