Argentina

Orígen: Encarnación (16:00h)           
Destino: La Cruz (20:00h) 
Km: 285.9          Tiempo: 5:03h      Consumo: 5.5 l/100Km
Alojamiento: Hotel Del Rio 400 ARS

El día amanece soleado y pesado. Tengo deberes: he de conseguir una carta verde para circular por Argentina y al ser Paraguaçu brasilera, no la puedo conseguir en la frontera, la tengo que traer de su país de orígen. Mi corredor de seguros en Brasil me dice que no puede hacermela por haber salido ya del país, pero encuentro una por internet que parece que me sirve. Grrrrrr! El pago no es con tarjeta sino con adeudo en cuenta brasilera. Suerte que me abrí una cuenta en Brasilia antes de salir! Pero, qual es mi número de cuenta? Tengo un correo de cuando la abrí donde se enmascaran tres números, así que sólo son 1000 posibilidades! Por suerte mi memória aún funciona y a la tercera acierto el número de cuenta. Mientras me confirman el seguro, Hugo me plantea una alternativa: salir rumbo Santo Tome, cruzar a Brasil, hacerme la carta verde y luego seguir por la ruta 14 hasta lo más al sur que pueda. En el fondo esa es una de las rutas que había mirado para ir hacía Santa Fe en su dia, no es un mal plan!

Quedarme un día más en Encarnación también es una idea que em está rondando por la cabeza. Ayer no llegué a tiempo de ver las misiones jesuíticas y aunque hace diez años vi las del lado Argentino, podrían ser una buena visita. También quiero ver la catedral, que anoche desde la costanera se veía tan bien iluminada. Se me está tirando el día encima y el calor es totalmente sofocante. También me falta encontrar una banderita de Paraguay para Paraguaçu. Voy primero a la catedral, que esta cerca, a por las pegatinas, que seguro que ahí habrá y luego miro que hago con las misiones. Meeec! La catedral de día no tiene nada de especial, las pegatinas son una misión imposible y a las misiones ya no me da tiempo a no ser que haga ootra noche aquí. Yo quiero mi pegatina!! Pués si no las venden, me las fabrico! Así que me voy a una imprenta a que me hagan una. Por el mismo preció me hacen veinte! Y ahora que hago yo con las que me sobran? Pues se las llevo a Hugo que seguro que las puede repartir a viajeros como yo que lleguen a verle.

Hugo no puede creer que aún esté en Encarnación! Son casi las cuatro de la tarde! Ya que estoy ahí, me acompaña a la aduana y así da una velta y se asegura que no me pierda. Aquí la frontera si es evidente, es el Paraná. Sobre él se consturó un puente en los 80 (inagurado en los 90) para unir Argentina y Paraguay, Posadas y Encarnación. La cola de coches intentando entrar a Argentina ocupa tooooodo el puente y eso son más de 2.5Km!! Por suerte las motos tienen una fila especial a la izquierda de la aduana argentina, con lo que si vas en moto enciendes los warning y te saltas el atasco como un campeón! Hugo me deja en la cola de motos y se vuelve para Paraguay. Si alguna vez rodáis por Paraguay, no dudéis en contactarlo, es un capo y seguro que os echa una mano en lo que necesitéis!

La fila de motos me tiene 40 minutos al sol, pero estoy en Argentina! Por suerte hice la cola sin el traje puesto, así que una vez hechos los tramites, me enfundo mi disfraz y rumbo Santo Tome. Me habían dicho en Posadas que la ruta no era muy buena hasta Paso de los Libres, que la 14 se convierte en autovia, pero la verdad es que el asfalto esta en muy buen estado. Se atraviesan grandes extensiones de bosques, de «oxigeno gratis» que rezaba el cartel. Es dificil resistirse a la tentación de pararse y disfrutar y he decidido cambiar el chip de estos días, algo presionado por mi propio plan y por las obligaciones de llegar al destino establecido antes de salir. He decidido volver a lo que siempre había considero en mis viajes en moto: coger la carretera y disfrutar y buscar alojamiento donde me caiga la noche. Y la noche me cayó! Y me cayó en medio de la nada! La carretera ya no era tan apetecible, algun agujero o rodera me hacía llevarme algún susto. Con las de posición sólo no veía y con las de niebla creo que deslumbraba a los coches que venían de frente. Me estava quedando sin gasolina. Pero el anochecer también dejaba un cielo de mil colores espectacular. Así que siguiedo a un camión cisterna que me hacía de guía, llegué a La Cruz, que el GPS me decía que tenía gasolinera. Es un pueblo ribereño con el rio Uruguay y despues de respostar pregunté por un hotel. No parece ser un pueblo muy turístico por los hoteles que me había cruzado camino de la gasolinera, pero despues de salir del que me indicaron en busca de uno que si tuviera wifi, un chico me dijo en voz baja que me acercara al rio y preguntara ahí, que había uno nuevo que me iba a gustar. Hotel? Cerca del rio? aquí no había nada más que casas. Preguntando llegué a una casa nueva, grande, de donde salió un chico y me dijo que sí, que esto era el hotel. Esceptico entré y me llevé la gran sorpresa! Hotel bien de precio, con parking y restaurante para cenar!

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