Orígen: Puerto Varas (09:00h) Destino: Puerto Varas (22:00h) Km: 479.2 Tiempo: 8:07h Consumo: 5.7 l/100Km Alojamiento: Hostal Carla Minte 40000 CLP
Amanece frío y con lluvia amenazante, pero el pronóstico es «bueno»: sol, nubes y algun chubasco. Así que después de un buen desayuno casero, me pongo en marcha hacía Chiloé. Por fin consigo salir a la hora! La idea es dar una vuelta por la isla y volver a dormir al continente.
Para llegar a Pargua, dónde se pilla el ferry hasta Chacao, hay dos opciones: una autopista de peaje (aquí las motos pagan) o un camino de ripio. Según el gps tardo más o menos lo mismo, así que como estoy fresco y me han dicho que la autopista es muy cara, hago de buen catalan y me voy por el ripio. El ripio de aquí es mucho mejor que el argentino que conozco. Es una pista de gravilla fina, gris ceniza, con algún «agujerillo», que te permite ir comodamente a unos 80km/h y sentarte a ratitos. No consigo que el gps me lleve todo el camino por la pista y finalmente me hace bajar a la ruta 5 un poco antes de lo esperado, lo justo para pagar el peaje: 550 CPL.
Han sido hora y media desde que salí del hostal y tal como llego tengo un ferry esperando. Hay varias compañias que hacen este trayecto cubriendo así todos los horarios posibles. Al ir, sin tiempo para preguntar o escoger, me meten directo en el Transmarchilay. Son 8000 CPL y en poco más de media hora estoy en Chiloé.
Es el primer viaje en barco de Paraguaçu y me toca dejarla en la rampa de salida, con lo que estoy algo nerviso de que se caiga, pero el mar esta calmo y no se mueve en todo el viaje. Llegando a Chiloé empiezan a caer cuatro gotas y aunque el cielo parece estar claro por donde me dice el gps que he de ir, prefiero invocar al poder del chubasquero y vestirme de amarillo fosforito. Parece que ha recuperado su poder y tal como estoy disfrazado las cuatro gotas cesan y el sol asoma timidamente. Aún así, el tiempo aquí es muy cambiante y tan pronto hace sol y calorcito como te cae un diluvio y te hielas de frío.
Quiero ir a Castro, me han dicho que es muy bonito y he visto fotos que lo corroboran. Para ir hasta ahí, puedo seguir la misma ruta 5 que atraviesa la isla en una interminable recta o puedo ir bordeando la isla por la w15 (asfaltada) y la w195 (ripio). Obviamente está es la alternativa que escojo, lo que me permite babear el casco con las vistas que esta ruta me regala.
Llego a Castro pasada la hora de comer. Mi intención es buscar algún sitio donde comerme una buena docenita de ostras típicas de la zona: las costa está llena de bateas donde las cultivan. Paro delante un restaurante con vistas a la bahía que tiene un par de autobuses en la puerta, seguro que aquí puedo picar algo! Pero tal y como bajo de la moto, cony! «A la taula i al llit al primer crit» No puede ser!! Esto no suena muy chileno que digamos. Hostal Restaurante El Catalan pone en otro cartel. Lástima que esté cerrado, pero almenos le saco una foto. Y en eso estaba cuando sale Toni, el dueño, y me cuenta que lleva seis años por sudamérica. Primero Paraguay, luego Brasil y cuando pensaba irse hacia Colombia se fué a Viña del Mar y las cosas le empezaron a ir mejor y decidió quedarse en Chile, como consultor gastronómico. Un dia viajo al sur y se quedó enamorado de Chiloé. Montó un palafito de comidas y este año ha cambiado de lugar a uno mejor situado y ha abierto también una hostería. Se disculpa por no tener abierto y me invita a que me quede a la inaguración oficial que es mañana, pero yo mañana quiero estar durmiendo en Pucón habiendo cambiado las cubiertas de la moto en Osorno, así que no es posible. Eso sí, le hago caso en la recomendación de ir hacía Achao, en la isla de enfrente.
Al final, sin haber comido nada pero sin hambre ya, me pongo rumbo a Delcague. Toni me ha dicho que coma ahí en los comederos, que hay buen pescado/marisco, pero tal y como llego hay otro ferry esperandome y como no se la frecuencia de estos me meto directo. 1000 CPL y 10 minutos me cuesta llegar hasta Isla Quinchao. Pregunto la frecuencia y me dicen que salen constantemente, si lo sé hubiera picado algo en Delcague! Pillo la w59 dirección a Achao cuando un letrero me indica la hermita de San Javier a la izquierda. Chiloé, ademas de casitas de madera de mil colores, tiene infinidad de iglesias declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO (la ruta de las iglesias). No tengo ni idea de si San Javier es una de ellas, pero ya que estoy voy a verla!
El camino es estrecho, apenas cabe un coche, algo embarrado por las lluvias del día, con pendientes pronunciadas y ovejas que se asustan casi tanto como yo cuando nos cruzamos en mitad de la curva. Atravieso unas casitas y llego a la playa y ahi a la derecha, con acceso directo a la playa, se encuentra San Javier. Una iglesia modesta de madera que estan restaurando. Al lado tiene un pequeño cementerio que los días de mala mar seguro recive más de una salpicadura. Miro de llegar por la playa hasta el siguiente camino, pero con tanto peso me quedo clavado en la arena volcanica y prefiero darme la vuelta. Sí, soy un poco cagueta 😛
Se me han hecho las cinco de la tarde con la tontería. El sol aquí se pone muy tarde y la luz engaña. Estoy en Achao, vuelvo a tener hambre, es tarde para comer y pronto para cenar, pero al lado del muelle encuentro donde comerme una fantástica merluza austral con un platazo de ensalada por sólo 7500 CPL. No sé que hacer. Me gustaría pasar la noche aquí, se respira una paz increíble, pero eso me complica llegar mañana a Pucón y tengo muchas ganas de ver el volcan Villarrica. Así que me pongo en marcha y veremos donde me pilla la noche. Pillo el ferry de nuevo, atravieso Chiloé por la (aburridísima) ruta 5 y pillo el ferry de la otra compañia, Cruz del Sur, que tarda lo mismo pero cuesta 500 CPL menos. Ya en el continente, no me complico y pillo la autopista, voy a dormir en Puerto Varas. En menos de una hora y despues de tres peajes (950 CPL en total) estoy en el Puerto Varas, doy una velta para buscar alojamiento y acabo en el mismo hostal que ayer. Es comodo, el wifi funciona y el desayuno es rico. Eso sí, hoy volveré a atrasarme con los «deberes» y mañana saldré tarde 😦
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