Aconcagua

Origen: Valparaíso (10:20h)           
Destino: Penitentes (20:30h)
Km: 309.3          Tiempo: 5:55h      Consumo: 5.4 l/100Km
Alojamiento: Refugio Cruz de Caña 50 USD

Tenemos nuevo finalista! Ser la montaña más alta del mundo fuera del Himalaya se lo pone fácil, pero se ha ganado el titulo con holgura y eso que no me han dejado entrar con Paraguaçu para hacernos la foto!

En Valparaíso hoy era festivo, con lo que las casa de cambio estaban cerradas y el parking solo se puede pagar en efectivo, con lo que me he quedado sin pesos. El aeropuerto de Santiago está más o menos de paso, así que decido incluirlo como primera parada. Pillo la autopista y en poco más de una hora estoy ahí! Aprovecho y cambio los pocos reales que me quedan y algunos dolores para tener pesos suficiente para los posibles peajes/comidas del camino y de la próxima semana que vuelva a Chile para ver San Pedro de Atacama.

Hace un sol sofocante, me duele el culo a pesar del airhawk que conseguí en Sao Paulo, no llevo agua y estoy en ayunas, pero una sonrisa se me dibuja debajo del casco. Vuelvo oficialmente a rodar, lo de Valparaíso fue una escapada vacacional. Y vuelvo por la puerta grande: el paso Libertadores y sus increíbles caracoles! Nada más y nada menos que 30 curvas de 180º para ganar un desnivel de unos 2000m.

Por fin dejo la autopista y pongo rumbo al oeste. La intención es saltarme el túnel y cruzar la frontera por el Cristo Redentor de los Andes. Me han dicho que son unas 4 horas subir y bajar a mi ritmo: trote cochinero. El GPS es más optimista y me dice que en mucho menos estoy en la ducha; angelito! Después de repostar y estrenar el bidón que me adelantaron los reyes magos, llego a los famosos caracoles! Un cartel informa que estas en la curva 1 y luego en la 2 y en la 3… vale, todas las curvas están numeradas! La pendiente es pronunciada y hay bastante trafico en ambos sentidos. Hace viento y el piso está algo resbaladizo. Soy un cagueta que genera caravana, solo adelanto a los camiones que los pobres no pasan de 10km/h y a un par de ciclistas que están parando a beber agua. Aprovecho y paro con ellos y así no me adelantan 😛

En teoría después de la frontera chilena y antes del túnel está el desvío que sube al Cristo. La bajada está justo antes de la frontera argentina, con lo que si la salida es rápida igual aún me da tiempo de intentarlo. Ops! La frontera chilena se ha movido a Horcones unificándola con la argentina. ¿Eso está antes o después de la bajada del Cristo? En el primer capítulo de “Diario de un nómada” Miguel cruza por el Cristo y no hace un cruce formal de la frontera. Total, son casi las 16:30h, con lo que también es algo justo intentar subir al Cristo (he dicho ya que soy un cagueta?) . Cruzo por el túnel y como la idea es dormir en Puente del Inca, mañana madrugo y hago un sube y baja al Cristo!

Si la subida está presidida por cimas nevadas, la salida del túnel el paisaje cambia y se vuelve en una montaña multicolor! Marrones, verdes, naranjas, azules, amarillos: tienes donde escoger! Tan embobado iba con el paisaje y mirando como poner a Paraguaçu para una buena foto que por poco me salto el desvío que no me quería dejar perder: el Aconcagua! Hay una pista que por internet parece tranquila para hacerla cargado y seguro que hay un fotón ahí! Para entrar en el parque hay que sacar entrada, pero hoy es gratis! La pega es que con Paraguaçu solo puedo llegar al parking a un kilómetro aproximadamente, el resto es un circuito de unos 45 minutos andando. Lo siento bonita, te quedas sin foto! Y menuda foto!

Después del parque esta la aduana. Parece que no hay mucha cola, pues dos horas! Coincido en la cola con Aldo y su hijo que vuelven de pasar año nuevo en Viña del Mar con una Honda Falcon 150 y una Gilera que no tendrá mucha más cilindrada. Aldo es policía en Mendoza, un contacto valioso! Mientras esperamos llegan Mick y Tanya, australianos, tres años de viaje, los dos últimos en Africa donde han hecho casi 67000km. Llegaron a pasar nochevieja a Santiago y van en busca del Dakar para luego bajar a la Patagonia. Que Paraguaçu sea brasilera facilita sus trámites en la aduana, con lo que acabo antes que todos ellos y voy directo a Puente del Inca a ver si hay hospedaje. Hay un refugio de montaña, pero esta completo. A 7 kilómetros está Penitentes y tiene más opciones de hospedaje, así que después de preguntar en el hotel, me voy a un albergue algo mejor de precio. Me incluyen desayuno, cena, una cervecita Andes de litro y conversación amena. No se hable más, aquí me quedo! No hay wifi, no he cargado saldo en la SIM argentina pero no habéis recibido el mensaje de SOS, así que no os preocupéis! Mañana prometo cargar el móvil antes de subir al Cristo.