Origen: Mocoa (11:47h) Destino: San Agustin (15:37h) Km: 164.9 Tiempo: 3:45 Consumo: 4.9 l/100Km Alojamiento: Hotel Raíces 25000 COP
El día amanece gris, ha estado lloviendo toda la noche y parece que volverá a hacerlo en un rato. Cada día me cuesta más ponerme en marcha y saber que hoy van a ser pocos kilómetros y ver la piscina ahí delante no ayuda.
Voy a San Agustín, un pequeño pueblo bastante turístico con un parque arqueológico declarado patrimonio de la humanidad y el nacimiento del río Magdalena, el más importante de Colombia. Los primeros kilómetros después de Mocoa, la carretera esta algo más rota, pero luego es una agradable carretera de montaña, aunque no te puedes confiar ya que hay algunos agujeros que hacen pequeños los que había en las carreteras brasileñas. Poco antes de Pitalito sale el desvío hacia San Agustin. La carretera sube bordeando el río y se ven tres cascadas impresionantes al otro lado de la montaña. Llego a San Agustin a media tarde, pero es sábado de un fin de semana de tres días y ademas hay una carrera ciclista el domingo, con lo que, a pesar de la gran oferta hotelera, me cuesta encontrar una habitación. También hay un desfile de caballos. Una charanga ameniza a un grupo de jinetes que se dedican a beber aguardiente y dar vueltas al pueblo montadas a caballo. Me recuerda a las fiestas de San Juan en Trinidad (Cuba)
Aunque la idea era ir a visitar las ruinas y el estrecho del Magdalena y seguir marcha hacia Neiva, mejor me quedo una noche más aquí. Me gusta el ambiente del pueblo, con mucha vida en la calle y he dormido mejor que en las ultimas noches. El parque arqueológico de San Agustin es un conjunto de tumbas datadas en los 3000 años a.C. Los arqueólogos no tienen muy claro muchas cosas, se dice que era un centro de negocios mundial y de hecho es curioso ver estatuas con claras influencias mayas, otras con muchas similitudes a las egipcias y hasta algunas mas orientales. La visita con guía son unas 4 horas, aunque se puede hacer en bastante menos.
Otra atracción turística es el estrecho del Magdalena. Al poco de su nacimiento, el río Magdalena pasa por un estrecho de sólo 2,20m. Después del estrecho se forma una pequeña balsa de aguas cristalinas donde se puede ver el fondo. Para llegar se baja por una carretera con algunos trozos asfaltados, pero principalmente de tierra. Las lluvias de estos días han dejado esta parte algo intransitable y solo bajan motos y camiones que van a una cantera algo más arriba. Estas misma lluvias hacen que el río venga más crecido, cubriendo algunas zonas y trasformando el color de las aguas a un marrón intenso.