Origen: Medellin (09:42h) Destino: Guatapé (17:36h) Km: 81.4 Tiempo: 2:11 Consumo: 5.0 l/100Km Alojamiento: La Casona Hostel 50000 COP
Guatapé es uno de esos pueblos que estuvo a punto de desaparecer tras la creación de un embalse pero que un alcalde con visión convirtió en un pueblo pintoresco que hoy vive del turismo. Primero tocó ponerle unos zócalos a las viviendas y luego darle color.
Estando en El Poblado en Medellin, lo más rápido es ignorar a Google Maps y salir por el este de la ciudad, por las Palmas, rumbo al aeropuerto y después a Rionegro. La alternativa es ir a buscar la autopista Medellin – Bogota y salir a la altura de Rionegro para buscar la carretera que lleva a Guatape. Es una carretera de curvas con buen asfalto y una vista que no por ya habitual deja de ser menos espectacular.
La primera atracción es el peñón de Guatapé o piedra del Peñol. Son 220 metros de altura a los que se accede por 740 escalones excavados en la roca y que te dan una visión idílica del embalse y las islas que se han formado en él. La entrada son 18000 COP y tanto en la base como en la cima tienes opciones de restaurantes y puestos de souvenirs.
De la piedra al pueblo hay unos escasos 5 kilómetros. El pueblo es famoso por sus zócalos y su casas coloridas. Los primeros originales del principios del siglo XX y construidos para evitar que el ganado se comiera las paredes, aunque no fue hasta finales de siglo que un alcalde obligó a que todas las casas tuvieran sus zócalos. La segunda también fruto de un alcalde, que con la visión de hacer más atractivo el pueblo al turismo regalo pintura de colores a los vecinos para que decoraran sus casas.