Origen: Delphi (10:45h) Destino: Killin (20:35h) Km: 294.7 Tiempo: 5:16 Consumo: 5.0 l/100Km Alojamiento: Hotel Ionion 35.5 EUR
Como era de esperar salgo tarde. Adiós al museo de Delfos, me lo pierdo! El plan es seguir la costa hasta Patras y de ahí pillar la Trans Euro Trail hacia Olimpia.
Quien diseñó la carretera de Delfos a Itea, donde me encontraré con el golfo de Corinto, es un amante del scalextric seguro: curvas, cruces a diferentes niveles, excelentes vistas… qué más se puede pedir! De Itea la carretera va siguiendo la costa. Hay varias entradas que van a parar a playas prácticamente desiertas y de agua cristalinas. La tentación es grande y más con el calor que hace, pero el objetivo es otro.
La entrada al golfo de Corinto, entre Antirio y Patras, son solo 3Km de ancho. Para cruzarlos hay dos opciones: barcazas o un puente de pago. No se que vale el ferry, ni con que frecuencia salen, pero para la moto no creo que valga la pena; el puente cuesta 1.90€ (13.5 para los coches) y lo cruzas en dos minutos. Ya en Patras, la playa sigue tentándome y me tiro una hora enfundado en el traje de moto par decidir los siguientes pasos. Ya me podía haber quitado el traje y remojarme aunque fueran los pies en lugar de pensar tanto!
Con la frustración de haber perdido el tiempo, pongo rumbo a Olimpia con la idea de pillar algo de la TET más adelante. Cómo unas buenas curvas te quitan todos los males! La verdad que Grecia me está encantando con sus carreteras y trozos destapados. En uno de estos me toca vadear un rio; no parece muy complicado pero en la subida de salida se me queda la rueda enterrada. Un par de intentos de sacarla sirven sólo para enterrarla más; tocará desmontar el equipaje y arrastrarla un poco. No es una operación muy complicada, pero he de hacerla dos veces ya que la primera tenía el control de tracción puesto y he vuelto a enterrar la rueda. Eso, a 42ºC que me marca el reloj de la moto me deja bastante satisfecho de pistas por hoy.
Llego a Olimpia a las 16:30 y hoy tocará hacer turismo disfrazado. Dejo la chaqueta en la moto y confío que las bolsas estarán ahí cuando vuelva. Aún así, una vez en la taquilla veo motos aparcadas ahí, con lo que la muevo del parking que así estará más vigilada y ademas pilla sombra. La primera impresión es bastante frustrante: las columnas por los suelos y las estatuas expuestas en el museo hacen que las ruinas sean poco más que un descampado con cuatro piedras por los suelos. Cuando vas paseando, con las botas, rodilleras y demás capas, te vas haciendo la idea de lo enorme que fue y ves el templo de Zeus con otros ojos; ahora casí que me gusta más que sólo esté reconstruida una de las columnas y ver las otras tiradas.
Al refugio de una sombra compruebo la viabilidad del plan de mañana. Me tocaba recorrer el Peloponeso, pero Ithaki está aquí al lado y creo que puedo dedicarle un día de playa.