Origen: Kusadasi (11:45h) Destino: Pamukkale (19:17h) Km: 304.4 Tiempo: 5:01 Consumo: 5.0 l/100Km Alojamiento: Hotel Alida 250 TYR
Llevo días sin wifi y el blog se me atrasa. Vale, sin wifi y sin fuerzas para ponerme al día. A eso se le suma que ayer el GPS me hacía el tonto y no era capaz de cargarme la ruta que había previsto, con lo que tuve de tirar de mapa en papel e ir por donde va todo el mundo. Así que pierdo media mañana intentando ponerme al día con el blog y desinstalando e instalando de nuevo mapas en el GPS. Lo primero no lo consigo, el wifi tampoco tira demasiado bien pero al menos tengo parte de la faena hecha y lo segundo, la única forma de que me cargue las rutas de Turquía es dejar el mapa de Grecia activo.
Hoy los problemas con el GPS son otros: me hace mal contacto y se me apaga. Cambio la configuración para que no le afecte si pierde la conexión con la batería y cruzo los dedos para que me lleve por dónde toca. Me lleva, pero es una desesperación de carretera. Claramente no estoy conectando con Turquía y eso me ha pasado con muy pocos países por los que he rodado. Por suerte la etapa no es muy larga y tengo una parada previa en las ruinas de Aphrodisias, para romper el tedio. Aphrodisias no tiene nada nuevo, son más ruinas, pero hay piezas muy bien conservadas y la reconstrucción del Tetrapylon que da acceso al templo de Afrodita es impresionante.
Por fin llego a Pamukkale y eso parece las Ramblas en pleno Sant Jordi. Hago un primer intento en la puerta sur y no hay forma de meterme ahí con el traje de moto. Voy a hacer un segundo intento por la puerta norte, pero el GPS (y Google) me llevan por un camino que cruza el bosque y que acaba directamente en la valla de las ruinas. Aunque es viable seguir la valla monte a través, creo que lo mejor que puedo hacer es ir al pueblo, buscar alojamiento y dejar la visita para mañana. Sí, no será el misma juego de luces del atardecer, pero nos lo imaginaremos.