Origen: Purmamarca (9:30h)
Destino: Coranzuli (18:00h)
Km: 263.6 Tiempo: 5:37h Consumo: 4.7 l/100Km
Alojamiento: Casa Particular 120 ARS
Creo que soy el único tonto que se va a ver el Dakar tan lejos de una zona habitable. Mañana es la etapa Uyuni – Salta, pero los tramos cronometrados están en Bolivia o justo entrar en Argentina. Lo inteligente sería quedarme un día más por la zona e ir a ver el tramo cronometrado en Santa María, dónde dormí hace dos noches, pero eso implica acumular más retraso y aunque esta vez el calendario es más flexible tampoco hay que abusar.
Mi idea era llegar a Mina Pirquitas y dormir ahí para mañana no tener que madrugar y hacer muchos kilómetros para llegar a la zona de espectadores 2. Si lo miras en el mapa son 130 km aproximadamente al norte de Susques, que parece una ciudad “principal” o 130 km al este desde Abra Pampa, en plena ruta 9 que llega a La Quiaca y que tiene todos los servicios. El problema es que estos 130 km son o bien por la ruta 40 sin asfaltar o por la 74, un camino sin nombre en el mapa y por tanto también sin asfaltar. El gps me envía por Abra Pampa y google por Susques. Cuando el tema esta por asfaltar, no sé por qué pero me fío más de google. Así que con la idea de ir por la ruta 40 me monto en la moto y pregunto por la estación de servicio. No hay! La más próxima es Tilcara a unos 20km al norte en la ruta 9. A Susques son 140 km y solo tengo para 70 y aunque llevo el bidón lleno y eso me da para llegar ahí de sobras, me he propuesto no utilizarlo si no es estrictamente necesario, así que no hay otra, hacía Tilcara.
Ya que estoy en Tilcara, y dado que google dice que ahora los tiempos son similares, decido seguir por la 9 rumbo a Abra Pampa. La 9 sube hasta los nada desdeñables 3780 msnm. Paraguaçu se muestra perezosa en medios por la altura, yo me noto algo más cansado de lo habitual y con un leve dolor de cabeza, tenía que haberle comprado los caramelos de coca a la chiquilla en la gasolinera. Los áridos paisajes tiene su encanto con montes ondulados de mil colores, pero en plena subida, llegando a su punto más alto, a ruta 9 se encuentra en obras lo que significa ripio y dejar de poder mirar embobado el paisaje para concentrarme un poco en la carretera. Un camión riega el ripio para que los coches no levanten tanto polvo y la combinación es complicada: grava suelta por un lado y arena embarrada por otro, difícil elección!
Llego a Abra Pampa y paro en la gasolinera más por preguntar que por llenar de nuevo, aunque nunca está de más por aquí. Me comentan que tengo unas tres horas hasta ahí y que no hay hospedaje ni nada. El español de esta zona es complicado de entender, igual que el que conozco de Bolivia o que el peruano de la sierra. El aimara se sigue hablando aquí, al igual que en Bolivia o el quechua en la sierra peruana. Como es hora de comer, me meto en uno de los pocos sitios que he visto que anuncian comidas. Bueno, he visto otro pero tiene peor pinta. El menú del día son 60 ARS (~ 4 USD) e incluye una sopa, un principal y postre. Ahora si! Empiezo el viaje que tenía más en mente al principio y que mi aburguesamiento me ha impedido llevar hasta ahora. Me paso por la tienda y compro algo de comer de lo que tienen: 2 barritas de cereales y cacahuetes, unas garrapaiñadas y un marmolado. No es lo que venía buscando, pero es lo que hay y creo que si me toca acampar hoy me dará para matar el hambre.
Desde Abra Pampa he de ir a buscar la 40 entre Coranzuli y Mina Pirquitas. Serán unos 80 km y empiezan muy bien! Mucho mejor que la 40 el otro día! Bocas! Que soy un bocas! Llego el insufrible serrucho rompedor de muñecas y rodillas. Avanzo a un ritmo relativamente razonable y aunque el gps sigue pensado que no voy a ver el Dakar sino a correrlo, mis cálculos me dicen que unas 4 horas haber hecho los 130 km que tengo por delante, igual hasta un poquito menos. EL camino gira al norte y cruza varios arroyos algo más crecidos por las lluvias recientes. No hay opción, baja marcha y ante la duda, gas! Salvo un pequeño resbalón en el barro y la adrenalina y confianza suben a nuevas cotas. Como brilla el suelo ahí delante. Un banco de arena! Salvo otro envite, pero mejor me pongo de pie que este me ha ido por poco.
Llego a Cochinoca y si ya el camino era poco complicado de por si, unos inmensos nubarrones negros se plantan sobre mi cabeza. Estoy a mitad camino, o vuelvo o sigo. Pregunto a un lugareño y me dice que no me voy a mojar, así que confiado sigo para adelante. Si antes venía prácticamente a nivel del río, ahora toca subir a los cerros. La subida es más estrecha, con una mezcla de ripio, arena fina y algo de barro y un precipicio altísimo ahora a la izquierda ahora a la derecha. El coche de linea se ha quedado tirado y los pasajeros están abajo esperando una reparación milagrosa. Paro y pregunto. Me dicen que la carretera mejora al llegar a la 40, que sólo me faltan cuatro curvas y que no me voy a mojar. Me han de empujar para salir de arena, pero motivado por sus palabras intento concentrarme en la cuesta. Crédulo! Las cuatro curvas son unos cuantos kilómetros y las primeras gotas mojan la visera del casco, pero después de una curva izquierdas la subida cesa, se presenta un alarga recta de bajada y la tormenta se queda atrás.
Llevo en el gps las coordenadas de la zona de espectadores, pero de golpe veo una indicación a la Mina Pirquitas. Estará tonto el gps? No hay a quien preguntar y después de volver a introducir las coordenadas y revisar el mapa, decido seguir adelante llegando en seguida al cruce con la 40. Pirquitas está hacía el norte y la tormenta también. De todas formas giro al norte rumbo a Pirquitas. La 40 está mucho mejor que por la que venía, si hubiera ido por donde tocaba y no por Abra Pampa seguro que ya estaba en la ducha. De seguir a este ritmo en menos de una hora me planto en destino, cuando de golpe un tremendo rayo parte el horizonte en dos. Empiezan a caer algunos gotarrones fríos, estamos a 3500 msnm, y el trueno que acompaña al relámpago anterior me hace estremecer. Justo hay un par de casas al borde del camino, pero no hay forma de hacer llegar la moto, un foso bordea la carretera y ellos no han puesto un puente para pasarlo.
Acojonado por la tormenta que se me viene encima, decido dar media y llegar hasta Susques. Lo he intentado pero como cantan los Manel, tan bueno es insistir como saberse retirar, y las señales son claras de que el Dakar no es para mi. No mañana, no aquí. Replanteándome el día de mañana como un paseo tranquilo hasta San Pedo de Atacama después de la Purísima etapa de hoy, llego a Coranzuli. Se ve un pueblo “grande” comparado con el resto. Esta unos 70 km del puesto del Dakar y visto como esta la 40, me da para hacerlos en un par de horas. Igual tienen alojamiento y aun puedo llegar a ver el Dakar. Pregunto y hay uno, pero la mujer se ha ido y ya no regresara hoy. Unos hombres que hay en la puerta mascando coca, me indican un par de opciones más. Voy a la primera, que también tiene el cartel de hospedaje en la puerta, pero tampoco contesta nadie. La tercera en discordia esta cerca, pero no hay ninguna marca ni nadie en la calle para preguntar. Antes de rendirme voy a dar una vuelta al pueblo a ver si consigo algo. Me cruzo con una pick-up de una minera que parece que también busca lo mismo y el si sabe donde es. Hay habitación, igual el Dakar tiene una oportunidad mañana.