De vuelta a Perú

Origen: Coroico (10:00h)           
Destino: Yunguyo (19:00h) 
Km: 274.4         Tiempo: 7:26     Consumo: 5.1 l/100Km
Alojamiento: Las Palmeras 50 PEN

Y si me voy a Rurrenabaque? Tengo la sensación que me queda mucha Bolivia pendiente. Me voy con muchas ganas de haberme atrevido a hacer la 25 de Cochabamba a Coroico, con ganas de haberme adentrado en el Beni o de haber llegado al Amazonas boloviano por Trinidad. Pero no, hoy toca ir hacía Perú. Las mismas ganas de quedarme son las que tengo de volver a la zona de confort que es Lima y poderme lamer las heridas. El hombro y la pierna me duelen bastante a ratos y aunque en la moto se me olvida si estoy notando que después de la caída no fluye igual, vuelvo a fijarme demasiado en el destino en lugar de disfrutar del camino y así no quiero seguir.

Aunque estoy listo pronto, cometo el error de pararme a desayunar en un bar de la plaza. Espero sea algo rápido y aprovechar el wifi para ver hasta donde puedo llegar hoy. La idea es Puno. Pues se le ha acabado el saldo del wifi al bar y entre que lo contrata y me hace el desayuno se me ha ido una hora! En teoría es todo asfalto, aunque en La Cumbre hay una carretera (la 41) que me evitaría entrar en La Paz y que me lleva directo a El Alto. Este trozo es de ripio y no me aparece ni en el mapa ni en el GPS. Paro de nuevo en la gasolinera de ayer y me encuentro con un suizo que ha comprado una BMW 650 en Santiago y va también hacia el norte, hasta Cartagena donde espera poderla vender. El va hoy a La Paz y es que ha llegado a Coroico por la 25. Le ha costado cinco días desde Cochabamba, vadeando un río con casi un metro de profundidad y subiendo por carreteras como la de la muerte pero con sin el firme compacto. Claramente no habría podido hacerla yo! La niebla, aunque no tanto como ayer, es densa cuando te acercas a La Cumbre. Por ahí pregunto sobre la 41 y recibo información contradictoria para variar. Unos me dicen que está muy mal porque esta en obras, otros me dicen que se pasa sin problema y que hay que tomar un desvío a la izquierda. Voy a probar a ver que tal, si me evita entrar en La Paz vale la pena. Subo hasta los 4750msnm con buen ripio y cuando empieza la bajada la niebla vuelva a aparecer a la vez que la carretera se estrecha. De nuevo los miedos superados en el norte argentino aparecen. No voy a ganar tiempo yendo por aquí, más bien al contrario, así que mejor me doy la vuelta y voy por La Paz.

De nuevo la vía seleccionada por el GPS, la que me evita bajar al centro de La Paz y me permite bordearla a mitad del cerro está cortada por obras. Con algo más de práctica que ayer consigo una ruta alternativa que no me hace perder mucho tiempo para llegar a El Alto. El Alto es tan caótico o más que La Paz, plano sí, pero lleno de combis, taxis, mototaxis y camiones peleándose por un trozo de carril. De nuevo la vía que he de tomar esta cerrada por obras. Están construyendo una autopista hasta Copacabana, pero en lugar de hacerlo por carriles, aquí directamente no hay paso y lo peor de todo, no hay ninguna indicación de vía alternativa. Pruebo de entrar en la carretera a Copacabana (RN2) un poco más adelante, pero igual no hay paso. Voy a asegurar el tiro y dar un rodeo mayor. Pillo la 1 dirección Laja y un poco antes de llegar giro a la izquierda. Pregunto en la gasolinera y me confirma que es por ahí, pero eso es un descampado con algunas casas dispersas a los lados. Ni hay camino marcado ni se le espera! Aún así el hecho de ver camiones viniendo de frente me da esperanza que si sea el camino hasta la autopista a Copacabana. Con un poco de intuición y algo de suerte llego por fin a la autopista.

El paso “fácil” a Perú es por Desaguadero, bordeando el lago Titicaca, pero yo quiero entrar por Copacabana – Yunguyo y quiero entrar por ahí porque implica cruzar el lago por el estrecho de Tiquina. Para cruzar el lago hay unas barcazas con unos tableros a la altura de los ejes de un autobús. El problema es que hay huecos entre los tableros, nada significativos para un coche, pero algo más complicados para una moto ya que hay que vigilar que la rueda delantera o peor aun la pata de cabra no se meta en uno. Dejo la moto con la marcha puesta y la pata de cabra y me siento a disfrutar del viaje pero el primer vaivén me hace saltar a coger la moto! Como se balancea eso!! En el centro el oleaje es mayor y suerte que he pillado la moto porque no confío nada en que en un vaivén de estos se hubiera movido para el lado contrario a la pata de cabra y a ver luego como levantaba la moto! Han sido unos 10 minutos algo tensos, pero estoy al otro lado! Me ayudan a bajar marcha atrás y pago los 20 PEN que cuesta la moto. Hay que vigilar a la salida del embarcadero. Si sale hacía la derecha se pasa por una platica donde suele estar la policía en busca de su coima. Saliendo a la izquierda se llega igual a la carretera y te los puedes saltar.

Copacabana es un destino típico de mochilero. Es un buen lugar para hacer noche y cruzar a la Isla del Sol, pero yo ya lo conozco de cuando viaje por Perú, así que todo lo que le voy a invertir es media hora en ver si encuentro un adhesivo de la bandera de Bolivia para Paraguaçu. Recorro todas las tiendas de souvenirs sin suerte, así que ya lo compraré en Perú o lo mandaré hacer. Los trámites de la salida de Bolivia son bien rápidos: sellar el pasaporte y entregar el permiso de internación temporal de Paraguaçu. En Perú, en cambio, los trámites me llevan bastante más tiempo. El primer problema lo tengo con el pasaporte. En la embajada de Brasilia se equivocaron y pusieron mal mi apellido paterno. Hasta ahora lo he podido usar sin problemas, pero como he rellenado la tarjeta de migraciones con el apellido correcto el agente de migraciones se da cuenta y me dice que hay un error. Ademas, al haber sido residente en Perú el nuevo no les cuadra con los datos del sistema y no me puede sellar ese pasaporte. Por suerte llevo el viejo que no inutilicé al recibir el nuevo y con ese si puedo entrar. Yo que quería tener todos los sellos del viaje en el mismo pasaporte! El siguiente problema es en la aduana. Para entrar al país he de tener un seguro vigente que incluya expresamente Perú. A efectos prácticos esto es el SOAT peruano, que no hay forma de conseguir por internet y que mi idea era comprarlo ahí en la frontera o en su defecto al llegar a Puno. En la frontera no hay donde comprarlo, la opción es llegar a Yunguyo a 4km y hacerlo ahí. Les pido que me dejen pasar y que lo primero que voy a hacer es ir directo a Yunguyo y sacarlo ya que conozco a la policía peruana y se que me van a parar en cuanto vean la moto y si no lo tengo me va a costar una buena coima. No hay forma, sin seguro no hay permiso de internación para Paraguaçu, con lo que me toca pillar un mototaxi, ir hasta Yunguyo, sacar el SOAT (en la plaza principal hay un puesto donde los hacen) y volver en otro mototaxi a la frontera para hacer los papeles de Paraguaçu. En total me ha llevado casi dos horas entrar a Perú. Ya no hay forma de llegar a Puno con luz, así que mejor hago noche en Yunguyo.

La carretera de la muerte

Origen: La Paz (9:30h)           
Destino: Coroico (17:00h) 
Km: 128.2         Tiempo: 4:53      Consumo: 5.2 l/100Km
Alojamiento: Hostal Uchumachi 30 BOB

Si La Paz de noche impresiona, hay que verla de día! Calles y callejuelas se cruzan enroscadas en un sube y baja sin tener muy claro donde te llevaran. La intuición de girar por una calle para ir a pillar esa otra aquí no sirve de mucho y te puedes ver ante una pendiente casi vertical si giras por donde no toca. A pesar del GPS y de google Maps, me ha costado casi dos horas salir de la ciudad. Todo por una calle en obras por la que no podía pasar y la insistencia de estos a llevarme por esa. Cuando finalmente conseguí llegar a la vía principal de salida, mi objetivo era llenar el depósito entes de irme. Misión imposible! Directamente lo he probado con el bidón en una: “No, no tenemos el sistema habilitado para extranjeros y para nacionales necesito una copia del DNI o un número de placa”. Bueno, lo probaremos en la siguiente. Misma respuesta! En las próximas dos no quedaba gasolina, sólo diesel y en las últimas, ya en la salida de La Paz tampoco podían/querían vender a extranjeros. La próxima está en Cotapata a 41km; supuestamente tengo 55km de autonomía, pero me han dicho que la gasolina por ahí es aun de menor calidad.

La salida de La Paz pasa por La Cumbre a los nada desdeñables 4650 msnm. Hay algunos miradores sin mucho que apreciar, pero justo cuando empieza la bajada y aparecen los Yungas la cosa cambia: no hay donde parar y el paisaje es abrumador! Un gran valle cubierto por una densa niebla aparece. Una pista se abre a la derecha y desciende serpenteante el valle. Columnas de niebla son empujadas por el aire pareciendo un humo blanco. Ahí es donde me tengo que meter yo? Voy descendiendo la carretera a la búsqueda de la entrada a “La carretera de la muerte” y me voy metiendo de lleno en la niebla. Apenas se ve a 20 metros y por poco me salto la gasolinera por no verla. Mientras lleno el bidón a la niebla se suma una lluvia constante. A ratos fina, a ratos abren el grifo y moja de verdad. Quizás no he escogido el mejor día para hacer la carretera de la muerte. Tres furgonetas de turistas pasan para hacerla con las bicis, mayor atractivo turístico de la zona, así que me pongo en marcha y me acerco a ver que tal.

La carretera de la muerte fue declarada en 1995 la carretera más peligrosa del mundo. Construida en el 1930 por presos paraguayos procedentes de la guerra del Chaco, era la vía principal entre La Paz y los Yungas. Es estrecha, empinada y con un precipicio a la izquierda (sentido Coroico) de entre 240 y 800 metros de caída vertical. Estas características hacen que sea la única carretera de Bolivia donde se circula a la inglesa, por la izquierda, para que el conductor vea lo que le queda de carretera antes del abismo, cosa que no evitó que registrara un promedio de 96 muertes anuales. Ahora, con la nueva carretera, ha quedado como una de esas carreteras míticas para moteros y como atractivo turístico para gringos que la descienden en bicicleta. La entrada me tiene acojinado, un camino de no más de tres metros de ancho tapado por una densa niebla y un cielo gris con llovizna. Dudo, dudo mucho y finalmente mis miedos me ganan y decido no hacerla. Es tarde y no quiero dormir en La Paz para que mañana se me vuelva a hacer tarde, así que seguiré por la nueva, dormiré en Coroico y mañana que la previsión del tiempo es mejor ya la haré.

Empiezo el descenso a Coroico por la nueva entre la densa niebla y con una constante lluvia. Que bien que he hecho rajándome! Cruzo un túnel y el cielo se abre, la niebla desaparece y el sol aparece tímidamente. Y si mis miedos eran excesivos? Llego a una curva a izquierdas y al fondo se ve la carretera que venía a hacer. Esta bajando un autobus. La vista es clara y no parece que sea tan complicada. Soy un cagón! Me doy media vuelta y me propongo hacer lo que he venido a hacer. La entrada sigue con la misma niebla o más. Sigue lloviendo, pero no hay vuelta atrás, más adelante está bien, lo he visto! Tal como empieza el descenso hay un puesto de control, ilegales por lo que me enteraría después. Me cobran 5 bolivianos por entrar y me dicen que en media hora estoy al otro lado. El camino es ancho, con muy buen ripio y se puede hacer tranquilo. La niebla va levantando y pararía en cada curva a hacerme una foto. Así llegas a la primera cascada que cae en medio de la carretera. El agua ahí se ha comido parte del camino y es bastante estrecho. Lo que debía ser venir en autobús por esta carretera, eso si debía dar miedito! Llego al puesto oficial. Les explico que ya he pagado arriba y es donde me informan que son ilegales. Que ellos cobran 25 BOB y que son los que realmente trabajan en la carretera: tienen una ambulancia y una excavadora para limpiar los derrumbes que se producen más abajo. Los próximos 8 kilómetros son los más peligrosos: hay muchas cascadas y algunos derrumbes, me avisa. Luego hasta Yapala son 8km más y 10 más hasta Coroico. En Yapala voy a tener que enseñar el tíquet o me volverán a cobrar, pero ya está no he de pagar en ningún tramo más. Pago y avanzo. Eso de los 8km más peligrosos me ha metido un poco de miedo en el cuerpo. La verdad que es donde esta el suelo peor, hay más piedra suelta y alguna llana que patina un poco. La carretera es más estrecha y la niebla ha vuelto a aparecer. Adelanto a una camioneta alemana. Mejor saber que llevas a alguien detrás que te puede ayudar en caso de necesidad. Va, al final no ha sido para tanto! Cuando ya estoy celebrando haber hecho la carretera de la muerte un último obstáculo: una de las muchas cataratas que caen por la montaña ha crecido bastante y el arroyo baja con mucha más agua y fuerza que hace diez minutos según me cuenta un local. Va a ser el “río” con más fuerza que he cruzado hasta ahora, pero no hay alternativa. El local me mira y se sonríe con mis miedos. Fijo la vista en la otra orilla, intento hacer una diagonal a la corriente y doy gas. Listo, crucé! Ahora sí puedo decir que he hecho la carretera de la muerte!

La Paz

Origen: Villa Tumari (8:30h)           
Destino: La Paz (20:00h)
Km: 535.6         Tiempo: 10:20      Consumo: 4.6 l/100Km
Alojamiento: Alcalá Apart Hotel 80 USD

Un día que salgo pronto y es el primero que tengo problemas para llenar el depósito en Bolivia. Bolivia tiene la gasolina subvencionada para los locales y casi al triple para los extranjeros. Hasta ahora he cargado directamente al depósito sin problemas, pagando en la memoria de casos como local y en otros un precio intermedio. He tenido suerte ya que muchos cuentan que no les quieren servir ni pagando a precio de extranjero. Esto me ha pasado en Villa Tumari por primera vez, después de hacer toda la cola me han dicho que no me servían, ni siquiera en el bidón. Por suerte hay otra gasolinera en el pueblo y ahí si me han servido en el bidón a precio local, pero con la tontería he perdido una hora para llenar el depósito y salir.

Lo que anoche se intuía como la mejor parte de la jornada, hoy, con luz y la viveza que le da la lluvia de la noche se confirma. Selva alta, torrentes cargados que van a parar al Espíritu Santo. El asfalto en general es bueno, aunque hay algunos sustos y trozos adoquinados. Lo que complica la circulación es el alto tráfico de camiones que con las fuertes subidas no pasan de 10km/h y las coméis asesinas que adelantan en cualquier situación, tirándote al arcén en más de una ocasión. En un momento el paisaje cambia por completo, ha sido tomar esa curva y la selva alta da paso a un paisaje más de alta montaña; debemos estar ya a unos 3000msnm. Antes de iniciar la bajada a Cochabamba paro con unas tenderas que me venden unas fresas. No son nada del otro mundo, pero tenía antojo. Cochabamba parece bonito, pero lo paso lo más rápido posible, aunque no es tarea fácil, es domingo y la carretera esta llena de gente haciendo cola en las chicharronerias o comprando en los mercados ambulantes.

Pasado Cochabamba la carretera tiene bastantes tramos en obras. Están ensanchando la actual para poder hacer una autopista. Aun así, los tramos de obras son de buen ripio. Una vez más el mayor problema es el tráfico. Claramente se me va a hacer de noche en ruta, pero a partir del desvío a Oruro, donde se transforma en la RN1, es autopista relativamente nueva, con lo que no hay problema. El sol cae y el cielo se llena de tonos anaranjados, rojizos y violetas. Lástima que yo esté circulando hacia el norte y que esos colores los tenga a mi izquierda. Tampoco da para parar a tomar fotos, quiero llegar ya! Me vuelve a sorprender (y enfurecer) lo reacios que son los bolivianos a encender las luces del coche. Que es gratis!! Sí, aun se ve y no necesitas las luces para alumbrarte, pero las luces también cumplen la función de ser visto. Si no las enciendes, llevas un coche gris y oscuro y vienes comiéndome el culo, no me voy a apartar más que nada porque no te he visto!

Llego a El Alto que es totalmente de noche. No me gusta llegar a una ciudad desconocida de noche, no sabes por donde te estas metiendo y eso me pone nervioso e inseguro. La Paz no es precisamente una ciudad amigable que vaya a apaciguar este aspecto. El Alto tiene mala fama y la verdad que de noche no acompaña. Hay verbenas populares, supongo que en celebrando la Candelaria, y eso hace que haya aún más tráfico y caos. Gente que se va de la verbena, gente que llega, gente que no se mantiene en pie y va por medio la calzada intentando pillar un taxi esquivando con la agilidad de un yonki al resto de vehículos. El GPS me dice que gire por una calle muy oscura y a mi me entra el canguelo y sigo por la principal. Ahora me hace cruzar la vía del tren sin paso ni nada y con un badén importante. Finalmente parece que me lleva por la principal y eso implica empezar el descenso a La Paz. La vista es imponente toda iluminada y con los nevados intuyéndose al fondo, pero cuando giro para empezar la bajada todo eso se desvanece. Menuda pendiente!! A quien se le ocurrió crear una ciudad aquí? La bajada al hotel me hace sudar la gota gorda. Todas las calles son doble sentido, tienen pendientes mayores que el Anglilú y giros imposibles con la moto cargada. Vale la pena conocer esta ciudad.

A Cochabamba me voy

Origen: Samaipata (10:00h)           
Destino: Villa Tunari (20:00h) 
Km: 468.9         Tiempo: 8:00      Consumo: 4.8 l/100Km
Alojamiento: Hotel Copacabana 80 BOB

No me gustaba el plan de darme la vuelta. En la gasolinera me dijeron que estaba dando un rodeo importante. Google me dice 11h para hacer algo más de 600km mientras que por la vieja me dice 3 horas menos. Es asfalto, seguro que le puedo recortar algo mientras que por el otro lado estoy a expensas del paso de las obras. Va, si ayer decidiste ir por la nueva, deja de hacer el ganso y ves por la nueva!

Me había marcado dos horas hasta llegar a Santa Cruz y si iba cumpliendo los plazos llegaba de día a Cochabamba. Santa Cruz esta organizada en anillos, con lo que si la bordeo por el exterior no habrá mucho caos. Esa teoría y con ella la esperanza de llegar de día a Cochabamba se fue al traste por dos razones. La primera, que en el anillo exterior es zona de mercado, de mototaxi y de todo el jaleo que esto conlleva. La segunda, que el GPS decidió que tenía que llegar a un anillo interior par «bordear» la ciudad.

De Santa Cruz sale una interminable recta que es la nueva carretera a Cochabamba, la RN4. El día se pone feo, hace mucho aire y voy bordeando unas enormes nubes grises. Se nota que he vuelto a la zona más tropical y a pesar del aire el calor y la humedad son notables. Pese a ser asfaltada, no voy tan rápido como me gustaría y es que hay bastante tráfico. Mucho camión y lo que es peor mucha combi (furgoneta de pasajeros) que adelanta en las situaciones más increíbles. Aún así, armado de paciencia, voy sorteando vehículos y avanzando lo más rápido que puedo.

Son las 18h cuando llego a Villa Tunari. Han sido 300km de recta y aquí empieza la zona de curvas más bonita del día. Me quedan 2 horas de luz y 160km hasta Cochabamba que se suelen hacer en unas 3 horas. Llegaré de noche a Cochabamba, pero llegaré! Empiezo a subir y la carretera, comparada con los tedioso 300km hasta aquí, es una maravilla. Curvas en medio de la selva más húmeda. Después de 15km decido que no, que no vale la pena perderme lo mejor del día por llegar a Cochabamba y que ya no va de un día. Mejor me doy la vuelta, duermo en Villa Tunari y mañana disfruto de día de estos 160km.

Aunque me cueste saber que día de la semana es, es sábado y el resto de mortales no lo han olvidado. Encontrar alojamiento en Villa Tunari no es fácil y no es por falta de sitios, es que la mayoría están completos o se van totalmente de presupuesto para lo que ofrecen. Estoy aburrido de tanto pollo, pero mientras busca donde dormir he visto varios restaurantes con pescado a la parrilla. Es pescado de río, que no me gusta nada en Europa, pero los de aquí son mucho más sabrosos, así que me voy directo. Hacía más de un mes que no comía pescado, que ganas tenía!

Varado en Santa Cruz

Origen: Vallegrande (9:30h)           
Destino: Samaipata (19:00h) 
Km: 304.5         Tiempo: 7:29      Consumo: 5.0 l/100Km
Alojamiento: Hostal Nómada 200 BOB

Después de mucho dudar, la opción de La Higuera la descarté. Cómo mínimo me iba a llevar 4 horas ir y volver y luego me quedaban otras 8 hasta Cochabamba. Sí, no hay prisa, podía haberme quedado por el camino, pero tengo ganas por intentar recuperar tiempos y avanzar y La Higuera creo que tiene poco que ofrecerme más allá del llegar a ella, que no es poco!

Hoy voy más fluido en el asfalto. Aprovecho el tramo hasta Mataral que hay buen asfalto para ir algo más rápido. En Mataral, al empalmar con la antigua carretera Santa Cruz – Cochabamba (RN7) el asfalto está más roto que el tramo que hice ayer. Eso hasta llegar a Comarapa. Ahí empieza el ripio y las obras. Pregunto en el peaje y me dicen que es solo un tramo aquí y luego otro un poco más allá, con lo que no me preocupo mucho. Después de un buen rato de subida y visto que las obras y el ripio no son sólo «un tramo aquí», paro a bajarle la presión a las ruedas resignado a comerme el ripio que me quise evitar al no ir a La Higuera. La verdad que el ripio no esta muy mal y sólo hay algún tramo con algo más de piedra grande o de arena, pero el viento apretar y se ven unas nubes grises al final. Nubes? Niebla!! Un denso banco de niebla cubre todo el valle y la carretera me lleva directo hacia él. Las obras se intensifican y el precipicio parece mayor pero por suerte voy detrás de un camión que me sirve de escudo y guía. Las gafas de sol no ayudan a seguir al camión pero si paro a cambiármelas pierdo su huella. No hay forma, he de parar. Me cambio las gafas y parece que la niebla se hace aun más densa. Sigo, paro o me doy la vuelta? Pregunto a un camión que baja y me asegura que en unos 10km la niebla desaparece y luce el sol. Venga, eso es media horita de miedo y luego ya está Cochabamba con sol. He perdido mi oportunidad. La carretera esta cortada por estar tirando piedra. «Cuanto tardan en abrir?» – «Entre dos horas y dos horas y media» – me responde el operario, el mismo que dos minutos antes me había dicho que en dos horas estaba en el asfalto y en otras dos estaba en Cochabamba, con lo que llegaba con luz aún. Vamos a ver, si son las 14:30h y el sol se pone a las 19:30, tengo 5 de luz. Si según tu tardo 4 horas (que yo no me lo creo) y vas a tardar un mínimo de dos horas en darme paso… los números no me dan! «Mañana es lo mismo?» – «Si viene pronto no, pero a partir de las 9 estará cerrada igual que hoy. Pero vamos dando paso!» Ante tal incertidumbre y con la poca confianza que me da la información recibida tomo una drástica decisión: voy a desandar lo andado e ir por la nueva.

Paro en Comarapa para volver a inflar ruedas. Si voy un poco rápido llego a Santa Cruz con los últimos rayos de luz. Meeeec! He pillado al gomero que no tiene el gancho adecuado para motos. En lugar de subirme las ruedas me las ha vaciado. Lo que deberían ser cinco minutos me ha llevado más de media hora. En Mainara paro a llenar el deposito. La chica muy amable me lo hace a precio nacional. Sigo en ayunas y van a ser casi las 18h. Creo que renuncio a llegar a Santa Cruz y haré noche en Samaipata. De Samaipata me quedan casi 600km si voy por la nueva y la mitad si vuelvo a intentarlo por la vieja. Mañana es sábado, igual no trabajan y el paso es continuo, aunque la niebla seguirá estando por lo que me han dicho.

Vallegrande

Origen: Santa Cruz de la Sierra (11:30h)           
Destino: Vallegrande (18:00h) 
Km: 276.5         Tiempo: 6:30      Consumo: 4.9 l/100Km
Alojamiento: Hostel Mexico Lindo 45,00 BOB

Necesitaba un día así. Un paseo tranquilo, nada exigente, que me permitiese disfrutar del paisaje enlazando curvas con un clima soleado pero sin un calor asfixiante.

Una vez más estuvo toda la noche lloviendo, con grandes truenos y relámpagos que traspasaban el antifaz y los tapones con los que duermo. No he conseguido dormir bien ninguna de las dos noches que he estado en Santa Cruz y eso que la cama y la habitación son de las mejores que he pillado en todo el viaje. Con el cielo gris y la humedad pegajosa me cuesta encontrar las ganas para salir. Y si me quedo un día más en la piscina? Cómo me ha roto el ritmo estos días parado! No, hay que avanzar o no llegaré a Colombia nunca. La idea es llegar a Vallegrande, donde mostraron el cuerpo del Che y si es posible hasta La Higuera, donde lo mataron. Jair, el hermano de Javier, viene a despedirse y ayudarme a cargar combustible y salir de Santa Cruz rápidamente. Entre unas cosas y otras se ha hecho tardísimo, pero el camino hasta Vallegrande es todo asfalto. Eso sí, me han avisado que hay zonas algo rotas y con ripio y que al haber menos trafico por haberse construido una nueva carretera hasta Cochabamba, la 4, he de vigilar en las curvas que suelen recortarlas.

Al poco de salir de Santa Cruz la carretera empieza a empinarse y unas agradables curvas aparecen. Si es cierto que algunas están rotas por desprendimientos y son de ripio con algo de talco, pero en general la carretera te lleva a una cómoda velocidad de crucero de unos 80km/h que te permite disfrutar de la sierra subtropical cruceña. La primera parada es Samaipata, cuyo principal atractivo es su fuerte. Un poco antes de llegar a la población (viniendo por Santa Cruz) hay un desvío a la izquierda que sube hasta el fuerte. Es un camino asfaltado pero estrecho. El olor a pinos y las curvas estrechas me transportan a la CV-207. Cierro los ojos y me veo subiendo al Castillo de la Viñaza pero no, esto algo más alto y mucho más al suroeste. La visita al fuerte cuesta 50BOB y dura unas dos horas. Con el calor que hace con el traje y lo que veo por las fotos, creo que me lo salto.

De Samaipata hay un camino directo a Vallegrande, pero hoy estoy de día tranquilo y no quiero ripio, así que sigo por la RN7 hasta Mataral y de ahí pillo la 22 a Vallegrande. El asfalto en la 22 es nuevo y esta mejor que la 7. Ainssss!! Si de Sucre hubiese venido por esta carretera en lugar de irme por Padilla!! Por aquí todo es fácil y llego a Vallegrande sin más complicación sobre las 17h. Paro en la plaza de armas y consulto donde están las cosas para ver. Vallegrande tiene dos principales atractivos: el hospital del Señor de Malta, en cuya lavandería mostraron el cuerpo del Che y un museo municipal con objetos del Che y la guerrilla. Voy primero al hospital, que se nota se esta preparando para el 50 aniversario de la muerte del Che pues esta vallando la lavandería y limpiando algunas pintadas que hay. De ahí pregunto por el muro municipal y resulta que hay un montón! Me recomiendan el que está al lado del cementerio, pero cuando llego ya esta cerrado, así que mañana por la mañana veremos si lo visito. De camino me encuentro con la fosa de guerrilleros y es que el ejercito boliviano entero el cuerpo del Che en una fosa común con otros guerrilleros y no fue hasta 30 años después que sus restos fueron encontrados. Después de trasladar su cadáver a Cuba, en Vallegrande construyeron el museo del Che en ese lugar.

Santa Cruz

Origen: Muyupampa (9:30h)           
Destino: Santa Cruz de la Sierra (18:00h) 
Km: 375.7         Tiempo: 6:43      Consumo: 5.5 l/100Km
Alojamiento: Hotel Boutique Aviador 45,90 USD

El día se prometía tranquilo. Me quedaban 50km de ripio hasta llegar a la carretera principal que lleva a Santa Cruz, la RN9, pero según me habían dicho, una vez superado el Inkahuasi todo era platito y fácil, en 2 horas debería estar en el asfalto.

El paso del Inkahuasi es espectacular. Hay buen ripio en general con algo de talco en las curvas, como ya va siendo habitual. Se suben unos 600 metros de curvas cerradas entre una inmensa vegetación subtropical. Me cruzo un par de motos de enduro llevadas por locales en sus trayectos diarios. Como se ha de disfrutar esta carretera con una de esas!! La bajada sigue siendo igual de hermosa, pero con tanto peso algo más exigente. Por suerte no hay mucho trafico. En la base se esta construyendo un túnel que evitara este paso como parte de la nueva carretera y el trafico de camiones y camionetas de empleados aumenta, más siendo casi la hora del almuerzo. De aquí al asfalto la carretera es más plana, ya no hay precipicios donde despeñarse pero a cambio hay mucha más arena, MUCHA para mi. Hay trozos de asfalto donde se ve el camino limpio y tramos de ripio que daría para ir más rápido, pero no te puedes confiar o te puede sorprender una buena zona de arena en algunos casos lo suficientemente profunda para complicar tu estabilidad.

Me ha costado casi 3 horas hacer los 50 km de la RN6 que me quedaban. El termómetro marca 38º pero estoy en Ipatí! Nunca me había alegrado tanto de tocar el asfalto! El cruce esta lleno de puestos de comida donde los camiones y autobuses que hacen la ruta a Santa Cruz aprovechan para hacer una parada. Yo le subo de nuevo la presión a las ruedas y ya que estoy ahí me acerco a Camiri a almorzar. Camiri cuenta con la hostería donde se alojó el Che de incógnito cuando llego a Bolivia, la Residencial Londres. En esa misma hostería se incautó meses después el Jeep de «Tania» (Tamara Bunke), única mujer en la gerrilla del Ñancahuazú, aunque ella logró escapar. También en Camiri es donde fueron retenidos el periodista y escritor francés Régis Debray y al pintor argentino Ciro Bustos, detenidos en Muyupampa y que acabarían confirmando la presencia del Che en Bolivia y activando así el interés de la CIA que envió un par de agentes para capturarlo. De la Residencial Londres no hay ni rastro. Creo que identifiqué el edificio por una foto de regencia que había visto, pero ya no esta activa ni tiene señales visibles que la identifiquen. Del casino de oficiales, donde fueron juzgados Debray y Bustos, tampoco había opción de visitarlos. Almenos el almuerzo estuvo bueno!

De Camiri a Santa Cruz son unos 300km de buen asfalto. Hay bastante trafico en la carretera, pero se circula cómodo. Como toda carretera asfalta en Bolivia, según mi experiencia, es de peaje, pero las motos no pagan y aunque no hay un paso habilitado para ellas, te puedes colar por donde puedas que no pasa nada. El mayor problema del trayecto es que la temperatura y la humedad suben bastante. La moto marca 43º y la humedad debe subir la sensación térmica unos cuantos grados más.

Santa Cruz es la principal ciudad de Bolivia con más del triple de población que La Paz. Voy a hacer dos noches, que después de la dureza de la RN6 necesito un descanso. También quiero ir a la Triumph de aquí. El pegamento que compré en Uyuni no ha aguantado y quiero ver si puedo reparar algunas cosas que no están del todo bien. Aquí he quedado con Ivan y Javier, de riders bolivia que me ayudaran con la planificación de los próximos días. La idea es ir a Vallegrande, ver como está para llegar a La Higuera y luego ya Cochabamba por la carretera antigua y de ahí La Paz.

Muyupampa

Origen: Padilla (8:30h)           
Destino: Muyupampa (18:00h) 
Km: 178.7         Tiempo: 6:09      Consumo: 5.3 l/100Km
Alojamiento: Hotel Cupesí 50 BOB

La salida de Padilla engaña. Si bien los primeros metros es un arenal, rápidamente la carretera esta recientemente asfaltada, pero no, no es así hasta Monteagudo. Los chicos del hostal me habían pronosticado tres horas hasta Monteagudo, que si estaba fuerte fisicamente me daba para llegar a Santa Cruz, pero entre risas comentaron entre ellos que haría noche ahí. Pues casi!

El asfalto termina rápidamente y empieza una carretera en construcción con buen ripio que me permite ir cogiendo confianza de nuevo. Pero cuando empiezo a subir marchas y ponerme de pie llegan las primeras curvas. La carretera, aunque ancha por la nueva proyección es muy revirada y el ripio deja paso a algunos bancos de arena. Pero lo peor esta por llegar! La carretera mantiene las curvas, pero gana pendiente y unos poderosos barrancos al margen. A cambio también gana en belleza apareciendo una selva subtropical frondosa. Lástima que la dificultad de la carretera no te de mucha opción a disfrutar del paisaje y es que quien la diseñó se le ocurrió una trampilla más, los bancos de arena no están aleatoriamente puestos, si bien hay algunos en las rectas, la mayoría están en las curvas. La primera regla de este tramo es: toda curva de 90º o más ha de tener arena, en el resto de la carretera es opcional. Pero hay una segunda regla más jodida aun: la cantidad de arena en la curva será directamente proporcional a la dificultad de esta. Así, cuanto mayor sea el ángulo de giro, menor el radio de la carretera, mayor el desnivel que salve y mayor la caída por el precipicio al borde de la curva (obviamente sin guardarrail), más arena tendrá la curva. A todo esto hay que sumarle pick-ups de las empresas que construyen la carretera subiendo y bajando como si participaran en el Dakar.

Han pasado poco más de dos horas y la carretera esta cortada hasta las 12h por trabajos en la vía. Me va bien el descanso. El coche de delante me dice que faltan aun tres horas para Monteagudo. El de detrás me dice que cuatro. Nadie sabe los kilómetros. Aquí en Bolivia, como ya me paso en su día en Perú, las distancias se cuentan en horas. El problema es que miran tu moto, te miran a ti y hacen una estimación de lo rápido que eres. Hasta ahora no han acertado demasiado en sus estimaciones, pero estoy cerca de conseguir un factor de conversión de lo que dicen a lo que tardo realmente. Aprovecho la parada para bajar un poco más la presión de las ruedas y comerme las dos barritas energéticas que llevo. He de aprender a perder 10 minutos y no salir en ayunas.

Temeroso de mi velocidad, dejo pasar a todos los coches que estaban esperando y salgo el último. Mal! Con la presión más baja voy algo más cómodo y por ende algo más rápido. Sigo sin ir a la velocidad de los coches, pero si voy más rápido que los autobuses y ahora me esta tocando comerme todo el polvo que levantan. Por suerte paran en un aldea cercana a almorzar. Yo me veo con fuerzas y tiempo de llegar a comer algo en Monteagudo. Aunque voy más cómodo, la dificultad del tramo no varía, si bien ya no hay camionetas de la obra, si hay camiones que suben y bajan a mover arena y rocas. Por suerte, después de hacerte comer mucho polvo, te dejan pasar a la salida de una curva, dejándote respirar de nuevo.

Llego a Monteagudo exhausto, famélico y deshidratado, así que en el primer letrero que encuentro donde sirven comida me paro. Sólo hay costillar. Bueno, no es lo que mas me apetece pero me comería cualquier cosa ahora. Eso pienso hasta que llega el costillar y su olor tira para atrás. Me como las patatas fritas, el arroz y la ensalada que lo acompañan y dejo las costillas para los perros que se han acercado al oler la comida. Es impactante la cantidad de perros famélicos que hay en Bolivia. Muchos en medio de la carretera, esperando que los coches y autobuses les tiren comida. Otros tantos en los pueblos, esperando en la puerta de restaurantes y tiendas que salgas con algo de comida que compartir con ellos.

De monteando a Ipatí, donde comienza el asfalto, son sólo 100km, deberían ser unas 2-3 horas, justo el tiempo de luz que queda. Con la panza llena me veo fuerte para llegar, así que me pongo en marcha. De nuevo la salida de Monteagudo engaña. Empiezas con un enorme arenal que te hace pensar que ni en broma serán esas 2-3 horas, pero luego mejor y aparece un buen ripio que te permite poner hasta quinta. Aún así no me fío y prefiero ir algo más lento. Me da algo de miedo encontrarme con una sacudida que me deje el hombro de nuevo fuera de juego. Son algo más de las 17:30 que llego a Muyupampa, ahora llamado Vaca Guzman. He hecho la mitad del camino, pero me voy a quedar aquí y mañana saldré temprano (espero).

Por Muyupampa paso la guerrilla de Ñancahuazu, liderada por el Che, antes de establecer su campamento un poco más al norte. Hace una agradable tarde de verano y la gente, igual que ayer en Padilla, sale a la plaza de armas a pasear y socializar. Las calles aledañas se llenan de puestos de comidas y los comercios siguen abiertos con sus propietarios sentados en las calles. Mucha más vida que hace un par de horas, cuando el sol aunque bajo, aun castigaba.

Buscando los pasos del Che

Origen: Sucre (9:45h)           
Destino: Padilla (18:00h) 
Km: 234.5         Tiempo: 5:36      Consumo: 4.5 l/100Km
Alojamiento: Hotel Padilla 40 BOB

Mi intención hoy era llegar a la Ruta del Che: ir a La Higuera donde lo mataron y a Vallegrande donde exhibieron su cadáver y fue enterrado. Si le preguntas a Google como llegar te da dos opciones con más o menos el mismo tiempo y los mismo kilómetros. Una opción, la principal, la que va por Aiquile, me da la duda de si ya han asfaltado el trozo de Aiquile – Saipina. Por lo visto es un ripio muy malo. Pregunto en el hostal me confirman que ese trozo siempre esta mal. La alternativa es ir hasta Tomina (asfalto) y de ahí meterte en la sierra. Pregunto y me dicen que suele estar bien, ripio, obviamente, pero que hay un autobús que hace esa ruta. Si un bus lo hace, yo también puedo!

Hasta Tomina son 150Km de buen asfalto. Curvas y contracurvas a una altura razonable. Pasando por pueblos pintorescos como Tarabuco que al menos hoy ha convertido sus calles en un mercado, mayoritariamente de artesanía para los pocos turistas gringos que se acercan. Sigo sin estar cómodo encima de la moto y prefiero tomármelo con calma, con lo que se me han hecho casi las 14h cuando llego a Tomina. Aprovecho para picar unas empanadas de queso super secas y llenar el camel-bag. De aquí a Vallegrande son 180Km, según google 5 horas, según el gps la mitad. Claramente no voy a llegar de día, pero puedo avanzar y ver donde me quedo, hay dos o tres pueblos por el camino. Un joven que vive en Sao Paulo se me acerca al ver mi placa, así que aprovecho para preguntarle el estado de la carretera. Me dice que hasta Villa Serrano esta bien pero luego hay que cruzar un río que viene crecido. Bueno, pues vamos a Villa Serrano y ya veremos. Bien? La salida de Tomina dirección Villa Serrano empieza con 5 kilómetros de carretera adoquinada con las piedras de la montaña que para un autobús será genial pero a mi me esta matando. Cuando acaba la “vía romana”, empieza un camino de tierra que sube la sierra. Es tierra y piedra suelta, con curvas en subida con una fuerte pendiente. Me cuesta pillar tracción y sobretodo me cuesta pillar confianza. Seguramente hace dos semanas me hubiera quejado pero me hubiera divertido. Hoy me esta haciendo sufrir demasiado. Aun así insisto, pero cuatro curvas mas allá me doy por vencido, por aquí no sigo! En realidad este camino no sale en el mapa; es un atajo para no llegar a Padilla y pillar la carretera oficial que si viene en el mapa, la 38. Aunque me cruzo con algún coche que seguro acorta por aquí, yo me voy a dar el rodeo de probar por la oficial.

De Tomina a Padilla la carretera principal tiene algunos tramos en obras, aun así el asfalto y los trozos en obra son de fácil circular. De Padilla la 38 vuelve a empezar con un trozo “adoquinado” aunque éste está más firme y voy más cómodo. Al acabar el adoquinado empieza una pista con piso firme, mejor que muchas por las que he rodado y por la que hace unos días hubiera “volado”. Hoy voy poco a poco, aunque me siento más cómodo que en el asfalto, pero voy con mucha más precaución. Parte de la confianza que gane en la 40 norte en Argentina supongo que se ha quedado en la Laguna Colorada. Igual no tanto confianza en mi o en Paraguaçu, más bien confianza en como va a responder mi hombro. Se que si me caigo no tengo fuerza aún para levantar la moto y un golpe contra una piedra algo más rápido de lo debido va a provocarme una sacudida en el hombro que me va a doler. Poco a poco voy vadeando charcos, riachuelos, roderas y animales sueltos en la vía hasta que llego a un río, no muy ancho, no muy profundo, pero un río. Nunca he vadeado uno así de “grande”. Estoy a 5 km de Villa Serrana pero si cruzo este, luego hay otro más grande. Hace unos días me hubiera lanzado a hacerlo e intentado grabarme en video, más viendo que una vaca lo cruzaba sin demasiados problemas. Hoy, solo y sin fuerzas en el brazo izquierdo, he preferido dar media vuelta.

Cansado llego de nuevo a Padilla. Veo un hotel en la plaza, pero mi idea es llenar gasolina y seguir por la 6 hasta lo más cerca de la 9 posible. La 9 llega a Santa Cruz y ahí puedo llegar a Vallegrande sin cruzar ríos, aso sí, estoy dando el rodeo de la vida. Lleno el deposito (a precio boliviano) y le pregunto a la chica. Son unos 230Km hasta Morenita, el empalme con la 9, pero ya no hay más asfalto. El siguiente pueblo “grande” es Monteagudo a unos 150km que la gente suele recorrer en unas horas. Llegaré de noche y no me apetece, así que me doy media vuelta y haré noche en Padilla. Mañana intentaré madrugar y ver donde llego, porque aunque en kilómetros es factible llegar a Santa Cruz (486Km), según Google son casi 10h.

Sucre

Origen: Uyuni (9:30h)           
Destino: Sucre (17:10h) 
Km: 341.3         Tiempo: 6:13      Consumo: 3.9 l/100Km
Alojamiento: Hostal Potosí 45 BOB

Parece mentira lo que cuesta volverse a poner en marcha. La idea era salir ayer, pero no había hecho los deberes y tenía todas las bolsas por hacer y me faltaba ver que le había pasado a Paraguaçu. Así que tocó un día más en Uyuni para hacer tareas de mantenimiento.

Paraguaçu no tenía nada grave: un tornillo perdido y el soporte del parabrisas y del espejo izquierdo roto. Creía que con cola de esta de dos tubitos podría con todo, pero no, el soporte del retrovisor no aguantaba, así que intenté fabricare uno con una abrazadera y una plaquita. Cuando fui al planchista ver si me lo podía hacer me dio una opción mejor: a tres cuadras hay un taller de motos. Me recordó al «Taller Juanías. Reparaciones a golpe de maza» en mi pueblo, donde tantas veces había trasteado la CRM80 que aún tengo ahí (y que algún día tocará volver a arrancar).  Rápidamente encontraron un soporte para retrovisor que me servia. Mejor de lo esperado!

Hechas las maletas y con la moto en orden, tocaba ponerse en marcha. El hombro me molesta un poco, pero creo que aguantará. De Uyuni a Potosí la carretera mantiene la altura alrededor de los 4000msnm entre subidas y bajadas. Es una carretera con buen asfalto llena de curvas. No sé si es la altura, el hombro, la presión de los neumáticos (que olvidé subir) o un poco de todo, pero me cuesta sentirme fluido encima de Paraguaçu. No voy cómodo, pero voy tranquilo.

Con un par de paradas llego a Potosí. El hombro me molesta un poco pero no me duele. Potosí es una ciudad con mucha historia, puede, pero es feucha la pobre. Su mayor atractivo es visitar las minas (que no me apetece) y comprar dinamita en el mercado para tirar un par de petardos (que ya no se puede). Visto lo visto, como algo rápido, subo un poco la presión de las ruedas y me voy hasta Sucre.

De Potosí a Sucre el paisaje cambia completamente. Una constante bajada  Tye hace descender 1500 metros. La temperatura sube. La vegetación aparece y el tráfico se incrementa. Sucre es una ciudad «grande» con mucha historia. Su centro colonial esta lleno de iglesias y casonas de la época. Fue la primera capital de Bolivia y antes de eso, con la Revolución de Chuquisaca, el origen del primer grito libertario de América.