Origen: Mntúfar (10:26h) Destino: Pasto (16:57h) Km: 145.9 Tiempo: 3:17 Consumo: 4.3 l/100Km Alojamiento: Hotel Chambu Plaza 50000 COP
Ha sido tener el sello de Colombia en el pasaporte y dejar llover! Eso sí, no ha sido fácil obtener el sello y es que salir de Ecuador ha sido toda una odisea.
Parece mentira que la frontera de Rumichaca, la principal terrestre entre Ecuador y Colombia sea tan caótica. Una maraña de taxis esperando colombianos que llevar hasta la estación de autobuses se adueña de todo el espacio y no deja claro donde puedes aparcar para hacer los trámites. Después de una larga cola empiezan los problemas. Como entré por La Balsa, un puesto fronterizo que no está conectado al sistema, no pueden validar que mi sello de entrada sea válido con lo que han de llamar para verificarlo. Una vez verificado, me exigen tres copias del pasaporte y del sello de entrada, a lo que me niego por completo. Aunque el dolar es la moneda de Ecuador, sus monedas sólo valen aquí. No me queda suelto para pagar las copias y no pienso cambiar 20 USD para quedarme con un montón de monedas que no me va a servir de nada. Aunque la primera reacción es no dejarme salir, finalmente acceden a hacerme ellos las copias y ponerme el sello de salida. Total dos horas perdidas. Los tramites en Colombia son mucho más rápidos a pesar de coincidir con la hora del almuerzo y en un ratito tengo sello y permiso de importación de la moto. Incomprensiblemente, ni Ecuador ni Colombia tienen bandera en el puesto fronterizo, con lo que me quedo sin mi foto de entrada a Colombia.
Para circular por Colombia has de sacar el SOAT. En la misma frontera hay un montón de sitios donde conseguirlo. Pago 50000 COP por un mes. También puedes aprovechar en la frontera para cambiar. La tasa de cambio no es muy buena, pero en Pasto es aun peor así que te conviene cambiar en la frontera. Eso sí, hazlo con ojo ya que por no fijarme me dieron menos de lo que me habían ofrecido!
Ya en Colombia el primer pueblo grande es Ipiales. A unos pocos kilómetros de ahí está el Santuario de las Lajas, considerado en el 2015 como la iglesia más bonita del mundo por el Daily Telegraph. De ahí a Pasto son unos 80km de una preciosa carretera de montaña. Las vistas son increíbles y casi en cada curva cerrada a derechas hay una cascada. La lástima es que es difícil parar para hacer alguna foto.
Ya en Pasto recibo la primera multa de todo el viaje. El GPS me indicaba girar por una calle que era contradicción, así que decido girar por la siguiente pese a ver la señal de prohibición. Lo hago animado a que las dos motos de delante lo hacen y parece ser que no es un giro poco habitual ya que al otro lado un batallón de no menos de 10 policías están a la caza de los que giran. Me hago lo más turista posible y le pongo ojitos al guardia que aún así me entrega la notificación de multa. Por suerte no hay que pagar al momento, pero me avisa de que vaya con más ojo la próxima vez 😇