Origen: Cañaveral (12:20h) Destino: Minca (18:17h) Km: 48.8 Tiempo: 1:03 Consumo: 5.1 l/100Km Alojamiento: Hotel Minca 95000 COP
Sierra Nevada de Santa Marta es la cordillera costera más alta del mundo. A escasos 42 km del Caribe llega hasta los 5775 metros, lo que le permite tener nieves perpetuas que le dan nombre. El pueblo de referencia para recorrer la sierra es Minca a escasos 22 km de Santa Marta. Si vienes por este lado, la carretera tiene buen asfalto aunque es muy estrecha y revirada. Se nota que se gana altura y la temperatura se hace más agradable. Si en lugar de llegar por Santa Marta llegas por la Ciénaga, la carretera es de un ripio en bastante mal estado.
Cerca de Minca hay varios atractivos naturales para ver como Pozo Azul, las cascadas de Marinka o la hamaca gigante de la Casa Elemento. Desde Minca puedes contratar un servicio de moto taxi que te lleve a todos estos sitios. Hay una estación de moto taxi en el puente que da entrada a Minca, con un mapa pintado en la pared donde se ve un circuito circular que te permite llegar a todos los sitios. Pregunto y me dicen que con Paraguaçu se llega sin problemas, así que con todo cargado me decido a intentarlo. El primer trozo del camino es muy malo. Hay dos guías asfaltadas para que puedan subir los coches sin problema, pero el trozo del medio esta lleno de profundos agujeros que lo hacen intransitable. Las guías asfaltadas tampoco lo ponen muy fácil para una moto tan ancha y pesada como Paraguaçu con carga y para rematarlo, poco antes de las cascadas, están reformando un puentecito y toca vadear un pequeño río sin dificultad si no fuera por lo estrecho del camino que han dejado y que luego toca volver a situarse encima de uno de los carriles asfaltados. Riéte tu de las planchas del examen de conducir, esto si es estrecho!
Después de las cascadas el camino mejora; desaparecen los carriles asfaltados y todo se vuelve plano y de ripio, mucho más cómodo y fácil de conducir, a pesar que hay zonas de arena fina y otras con algo de barro. Pasada la hamaca, la carretera se empina y los regueros provocados por la lluvia la hacen un poco más complicada y como todo lo que sube baja, una vez llegado al mirador de los Pinos la carretera desciende con una pendiente muy pronunciada con difícil frenada.
Otro gran atractivo de la zona es la caminata hasta la ciudad perdida. Son 4 días atravesando la reserva y durmiendo al raso o en hamacas para llegar a una fortaleza abandonada por los Tayrona. Junto con la Guajira, otro motivo más para volver a Colombia algún día.