Cumpliendo promesas

Origen: Namballe (8:03h)           
Destino: Vilcabamba (17:47h) 
Km: 160.5         Tiempo: 4:45     Consumo: 5.8 l/100Km
Alojamiento: Hostal Las ;margaritas 15 USD

Casi dos años después de haber dicho que lo haría, aquí estoy! He llegado a Ecuador cruzando por La Balsa y pasando por Cajamarca, eso sí Ecuador sigue guardándome algo de rencor.

La información que tenía es que de La Balsa a Vilcabamba son unas 6h en bus. Lo que me comentaron en Namballe después de mirar la moto es que eran 2 horas y media. Obviamente, ni uno ni mucho menos el otro, pero aun así salí pronto por si acaso. La carretera hasta la frontera la inauguró Ollanta Humala poco antes de dejar el cargo. En teoría Ecuador tenía que haber hecho lo mismo, pero aun le queda para eso. Los apenas 7km hasta la frontera son de asfalto nuevo, pero los huaicos no perdonan y en algunos tramos falta el carril dirección a la frontera.

Ya en la frontera, los trámites peruanos se hacen rápido pero en Ecuador no tengo la misma suerte. Supero migraciones más o menos rápido pero la aduana cambia de funcionarios cada 15 días y justo hoy toca cambio de turno. Los nuevos aun no han llegado y los que se van ya están de vacaciones. En total me lleva casi tres horas entrar en Ecuador, pero finalmente estamos dentro!

Según me informan, hasta Bellavista es trocha (ripio) y ahí empieza el asfalto. Ademas los primeros kilómetros hasta Zumba es polvo y luego es más bien piedra. Pues la primera subida es horrible y por poco no la subo. Hasta Zumba hay muchas grietas en el suelo por la erosión de la lluvia y mucha piedra suelta. Se hace complicado escoger una trazada sin que se te meta la rueda en una de estas grietas. Además, las pendientes son muy pronunciadas, tanto las que te toca subir como las que te toca bajar y en algunas curvas hay pasos de agua, por suerte vaciles al no haber llovido en dos días. Aun así, la carretera es preciosa, en medio de la selva alta ecuatoriana, rodeado de palmeras, cafetales y aves de mil colores y formas.

El tiempo esta cambiando y la lluvia amenaza con acompañarme junto con la bandada de buitres negros que me sobrevuelan hace rato, será un mal augurio? Al poco descubro lo que buscaban los buitres y es que me cruzo con varios monos tití muertos durante el camino pero el mal fario también tenia su sentido y es que, después de 20000km, he pinchado por primera vez! Ya estoy en la zona asfaltada pero hay tramos con tierra y al salir de uno de estos noto que la moto se me va de atrás. Paro y lo veo, tengo la rueda trasera totalmente baja. Intento darle un poco de aire con el bombín que llevo, pero no aguanta. El siguiente pueblo esta a unos 15km y después de intentar avanzar un poco con el neumático así de bajo, decido probar el spray repara pinchazos a ver si me da un respiro. Quito el poco aire que le quedaba a la rueda y le meto el spray. La verdad que parece funcionar, tanto que dudo si parar en Valladolid o seguir hasta Vilcabamba. Finalmente opto por parar y así me tensaran la cadena que la tengo totalmente floja. El pinchazo no es reparable pero es asombroso lo que ha tapado el spray. Por suerte llevo una cámara de repuesto, mis ruedas no son una medida habitual en las zonas rurales de Sudamérica. Aprovecho y le cambio las pastillas de freno traseras, están totalmente fritas y llevo las que quité en Chile y que le quedaran unos 3000km . En total 5 USD y Paraguaçu lista para seguir muchos kilómetros más (espero).

Quedan 50km hasta Vilcabamba. La lluvia no me da más tregua y me acompaña hasta llegar a mi destino. Además se pasa por un tramo con mucha niebla y la carretera es inestable: se pasa por alguna falla que ha provocado que falte un carril o que directamente la carretera vuelva a ser de piedra suelta. También hay bastantes desprendimientos que invaden la calzada, alguno relativamente reciente, pero llego a Vilcabamba sin problema.

Vilcabamba es la ciudad con los habitantes más longevos del mundo. El clima primaveral, el agua y el ambiente sosegado del pequeño pueblo son los responsables, aunque por la calle lo que se ve es mucho mochilero relativamente joven.

Chao Perú

Origen: Cocachimba (9:33h)           
Destino: Namballe (17:58h) 
Km: 311.9         Tiempo: 5:28     Consumo: 4.9 l/100Km
Alojamiento: Hospedaje Keyla 25 PEN

Hay días que todo cuadra para rodar en moto: sale el sol, Spotify pone la música adecuada, la carretera es perfecta y tu fluyes por ella. Hoy ha sido un día así! No esperaba nada de hoy, ya había visto los atractivos de la zona y el plan era llegar a San Ignacio para cruzar la frontera mañana, pero el sol brillaba, la carretera estaba llena de buenas curvas y, de golpe, una cascada al pie de la carretera.

A partir de Pedro Ruiz la carretera se ensancha y las curvas van dejando paso a rectas cada vez más largas. Los mototaxis son los amos de la región y para atravesar Bagua y Jaen has de esquivarlos por doquier. Aunque la idea es dormir en San Ignacio, llego relativamente pronto, así que después de preguntar en el consistorio, decido acercarme lo máximo a la frontera. El pueblo más próximo a La Balsa es Namballe, a unos 4km de la frontera, y según me cuentan hay un hospedaje turístico muy bonito.

Hasta Namballe la carretera se vuelve a estrechar para subir y bajar de los cerros llenos de cafetales. El aire es más denso, sube la temperatura y la humedad. Los lugareños aprovechan uno de los carriles de la poco transitada carretera para secar los granos de café. Pregunto en la plaza de armas de Namballe por el hospedaje que me han comentado. Hay tres en el pueblo y me recomiendan uno, aunque ninguno de los tres se parecen al que me habían descrito en San Ignacio. Ahora sí, mañana estoy en Ecuador!

A los pies del Gocta

Origen: Chachapoyas (10:15h)           
Destino: Cocachimba (15:58h) 
Km: 109.2         Tiempo: 3:19     Consumo: 5.4 l/100Km
Alojamiento: Gocta Andes Lodge 259 PEN

El día amenazaba lluvia pero yo soy mas chulo que un ocho y no me pongo el traje de agua. Total, caen cuatro gotas, calabobos que le llaman algunos. Pues como bobo que soy, bien calado que me he quedado. Por suerte al poco de dejar Chachapoyas deja de llover y me seco rápido.

El primer objetivo del día son los sarcófagos de Karajía. Para llegar hay que dejar la carretera principal que va hasta Jaen para tomar dirección Yala y llegar a Cruzpata. Hasta Yala la carretera es de piedra compactada pero con algunos agujeros. Son unos 15km que se hacen en unos 20 minutos. A partir de ahí se convierte en arena compactada, no hay mucho barro a pesar de la lluvia, pero si está algo resbaladiza y con grietas. En total hasta Cruzpata serán unos 40km que me cuestan una hora aproximadamente. De la plaza de armas de Cruzpata sale el camino que lleva hasta los sarcófagos. Está marcado como un 1km y parece accesible en moto, así que pregunto al comprar la entrada (5 PEN) y al ver la seguridad con la que la chica me dice que si se puede pasar decido dejar la moto delante de la boletería. Bien que he hecho, el camino se convierte en un barrizal ademas de empinarse. Entre bajar y subir hasta los sarcófagos has de caminar una hora aproximadamente. Si no te ves con fuerzas puedes alquilar un caballo a la gente local, la subida es fuerte!

Regreso a Cruzpata que son las 14h. Pensaba comer en el restaurante que había en la plaza, pero esta cerrado con lo que no hay otra que hacer marcha. La lluvia apreta y el la visera se me empaña y no veo si viene un agujero o no. De la carretera principal, al llegar a una curva en la que hay un puente, sale un camino sin indicación que es el que lleva a Cocachimba. (en sentido contrario si hay indicación). Son unos 20 minutos por una carretera de arena compactada, algo resbaladiza. Justo pasado el pueblo esta el camino que lleva a la catarata, pero desde ahí ya la ves. Es una caída de 771 metros en dos tramos, la tercera más alta de sudamerica, y pese a estar bien lejos es espectacular. El camino hasta la base son unas 4 horas entre ida y vuelta, aunque también lo puedes hacer a caballo.

Yo me quedo en el pueblo, estoy calado pero justo esta parando de llover, así que me merezco el lujazo de un bañito en la piscina con la catarata al fondo.

Kuélap, ahora sí

Origen: Tingo Nuevo (13:15h)           
Destino: Chachapoyas (14:50h) 
Km: 39.0         Tiempo: 0:59     Consumo: 5.2 l/100Km
Alojamiento: Chachapoyas Backpackers Hostel 30 PEN

Guardé la moto en el restaurante del hospedaje, eso sí, a las 6:00 abrían y la tenía que sacar. A las 6:05 estaba en la puerta (cerrada) con una cara de sueño brutal. Ya me iba bien madrugar, el teleférico abría a las 8:30 y quería pillar el primer turno para poder estar abajo a la hora del almuerzo. El restaurante abrió a las 7:20.

El viaje en teleférico cuesta 20 PEN ida y vuelta. La entrada se hace en grupos de 20, que es la capacidad del bus, cada 10 minutos. Al comprar la entrada escoges tanto el horario de ida como el de vuelta, pero el horario que escoges no es el de uso del teleférico, es el del bus lanzadera de la estación del teleférico a la oficina donde compras los billetes. Esto significa que 30 minutos antes de la hora que has seleccionado de vuelta has de estar subiendo al teleférico para bajar. En las cabinas caben 8 personas, pero el tiempo de espera entre una cabina y otra son apenas un par de minutos. El viaje en teleférico, como anuncian en todos sitios son 22 minutos. Lo que no te dicen es que necesitas otros 15-20 minutos en autobús  de las taquillas al teleférico. Es decir que si pillas el primer turno a la venta, el de las 9:00, estas llegando a la ciudadela a las 9:45. Como nota para mochileros, no está permitido el acceso a las cabinas con mochilas. Puedes llevar una pequeñita de hasta 2Kg, pero si tu plan es verlo de paso vas a tener que buscar alojamiento o consigna en Nuevo Tingo ya que la oficina principal tampoco ofrece servicio de consigna. El trayecto cruza el valle del río, pero no lo hace a altura, exponiéndolo a los vientos de la zona, sino que desciende hasta el río para luego volver a subir por la otra ladera. Las vistas son realmente espectaculares.

Kuélap se promociona como el Machupichu del norte. Las comparaciones son odiosas, pero si ellos mismos las fuerzan vamos a comparar. Kuélap está en explotación turística desde hace relativamente poco, con lo que aún no es muy conocido, si bien la inauguración del teleférico, el primero de Perú, hará subir su popularidad y traer más turistas. Hoy por suerte no está tan masificado como Machupichu. Por contra, el nivel de servicios para el turista es infinitamente menor. Nuevo Tingo sería el equivalente a Aguas Calientes. Mientras el segundo es horriblemente turístico, el primero apenas cuenta con 3 hospedajes relativamente nuevos (el mío estaba aún en obras) y otros tantos sitios para comer. A las 19:00, que es negra noche, no hay nada para hacer a pesar de ser viernes. Obviamente, todos estas diferencias en servicios se irán limando a medida que Kuélap se asiente como foco turístico y vaya atrayendo a más turistas, así que comparemos fortalezas.

La entrada a Kuélap son sólo 20 PEN frente a los tropecientos que vale la de Machupichu. Si quieres guía lo has de contratar a parte y suele costar unos 40 PEN, eso sí, el sábado va a ser difícil que encuentres uno, la mayoría descansa por su religión con lo que o lo traes de Chachapoyas o tienes la suerte de caerle bien al guardia de seguridad para que te acompañe y te vaya explicando algo. Cuando visitas Machupichu te dicen que esta al 40% de explotación arqueológica, que queda mucho por descubrir aún. La sensación que me dio a mi es que es un gran poblado, donde fácilmente ves las diferentes edificaciones y puedes pasear por sus calles durante horas. En Kuélap te dicen que no está ni al 20%. Puedes ver la base de los edificios, hay muchas zonas cerradas al publico por trabajos de recuperación y la vegetación es abundante pudiéndote llegar a dar la sensación que eres Indiana Jones descubriendo tú la fortaleza. Eso sí, en poco más de dos horas, aun parando a hacerte todas las fotos posibles, has pasado por todos los rincones.

En definitiva, Kuélap y toda la región bien vale una visita pero que nadie te venda que vienes al Machupichu del norte o la decepción será mayúscula.

 

Kuélap, o no

Origen: Leymebamba (9:48h)           
Destino: Nuevo Tingo (14:50h) 
Km: 128.3         Tiempo: 2:48     Consumo: 4.9 l/100Km
Alojamiento: Hospedaje Nuevo Tingo 35 PEN

En los próximos kilómetros hay varias cosas que ver. Obviamente las dos principales son Kuélap y la catarata del Gocta. En mi mente ingenua parecía posible hacer las dos en un día, más desde que ayer se inauguró formalmente el teleférico que sube hasta Kuélap desde Nuevo Tingo en sólo 20 minutos cuando antes eran casi dos horas de coche. Mirando un poco más, relativamente cerca de Chachapoyas, antes de llegar al Gocta, están los sarcófagos de Carajía y de camino a Kuélap está Revash. Ya está, hago Revash y Kuelap, duermo en Chachapoyas y mañana Carajía y Gocta. Pues cero patatero en los planes de hoy!

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De nuevo salgo más tarde de lo que me había planteado pero en hora apropiada al nuevo plan. Para llegar a Revash hay dos formas, la más rápida es tomar el desvío a San Bartolo en Yerbabuena. Son 17km de ripio afirmado que se suben bastante bien a pesar de la falta de indicaciones. Al llegar a San Bartolo hay que ir a la plaza del pueblo, pagar los 10 PEN de la entrada y de ahí caminar 2 kilómetros hasta las ruinas. Yo malinterpreté la señal y seguí con la moto por un camino embarrado hasta una explanada, donde dejé la moto y empecé a andar por un sendero aún más embarrado. Al cabo de 20 minutos de paseo me encontré con dos chicas que se asombraron de verme y me dieron las indicaciones precisas. Había perdido más de una hora en el error y me quedaba algo más de otra si realmente quería ver las ruinas de Revash. Eso me complicaba Kuélap y con ello todo el día, así que me lo salté.

Llevaba desde Leymebamba con el indicador de reserva encendido y el galón que había cargado ahí lo había gastado en subir a San Bartolo, así que de vuelta a Yerbabuena pregunté en una bodega si tenían gasolina y conseguí otro galón de 90 octanos, suficiente para llegar a Chachapoyas pasando por Kuélap. Para visitar Kuélap hay varias opciones: un sendero de 9km que sube desde Tingo, en la misma carretera; una pista afirmada que sube de Tingo hasta la entrada y que se hace en coche o bien el recién inaugurado teleférico. Una vez en Tingo, a la izquierda sale un camino sin asfaltar que sube hasta Nuevo Tingo, donde esta la estación del teleférico. En realidad una estación de autobuses que hacen de lanzadera hasta donde realmente se pillan las cabinas. Después de pelearme con el chico del parking que no me deja aparcar la moto en el parking ya que “los sitios son solo para autos” me cambio de ropa y voy a sacar mi billete de teleférico. Son 20 PEN ida y vuelta y te dan 3 horas para volver, pero no hay sistema y no me pueden vender billetes. Puedo subir en moto, me dicen que es una hora de camino. Si le sumo otra de vuelta y las tres de la visita son cinco horas y son las 14h, con lo que se me vuelve a hacer de noche y aun faltaría otra hora más a Chachapoyas, así que hoy no, hoy no me pilla la noche. Me quedo a dormir en Nuevo Tingo y mañana subo y me voy a Chachapoyas.

Nuevo Tingo no tiene nada, pero Tingo, Magdalena y los otros pueblos cercanos tampoco y al menos en este estoy a los pies del teleférico.

Leymebamba

Origen: Cajamarca (9:15h)           
Destino: Leymebamba (20:20h) 
Km: 251.0         Tiempo: 6:48     Consumo: 4.9 l/100Km
Alojamiento: Hotel La Petaca 30 PEN

Google me decía que la etapa de hoy eran 250km y unas 4 horas. Garmin me decía menos kilómetros y el mismo tiempo. La gente que pregunté ayer me dijeron 10 horas. Claramente, quien sabe de esto es la gente de la calle.

Saliendo de Cajamarca hay unos restos fúnebres preincaicos, las ventanillas de Otuzco, os lo podéis saltar! Sí que está cerca y si vas a pasar un fin de semana a Cajamarca con algo has de llenar el tiempo, pero no hay mucho para ver más allá de los nichos excavados en la pared. De ahí he de volver a Baños del Inca para salir dirección Celendín. Baños del Inca tiene una zona de aguas termales donde Pachacútec se venía a relajar. Decepcionado por las ventanillas, prefiero hacer marcha y aprovechar que hace sol.

La verdad que me podría haber parado a hacer la visita en Baños del Inca ya que la carretera a Celendín está cortada por obras de 8:00 a 18:00 y sólo dan paso de 10:00 a 10:30 y de 13:30 a 14:30. Me va a tocar esperar casi dos horas! Ahí me encuentro con Andy, que esta haciendo su primer gran viaje en moto, una Pulsar 200, desde Tarapoto a Lima, por la ruta que quería hacer yo, y ahora está de vuelta a casa. A las 13:30 en punto nos dan paso. Andy lleva mejor ritmo que yo y quiere llegar más lejos a dormir está noche. Yo me lo tomo con calma disfrutando del buen asfalto, la carretera ancha y las bonitas curvas. Espero que estas dos horas no me hagan falta luego. El hombre de la obra me ha dicho que son dos horas a Celendín y luego dos más a Leymebamba.

Llego a Celendín en poco más de una hora pero no se porqué me da mi que me quedan más de dos horas para los 130km que faltan a Leymebamba. La carretera se estrecha hasta convertirse prácticamente de una via y sube rápidamente hasta los 3000msnm. De ahí empieza un descenso con un altísimo precipicio al borde. Las vistas son espectaculares se ve todo el valle verde, con la carretera serpenteando por la ladera. Una vez abajo, la carretera vuelve a subir para volver a bajar hasta Balsas. Por el camino doy alcance a Andy que tiene una fuga en el manguito del freno trasero. En Balsas hay taller y paramos a intentar solucionarlo. Son las 17h y el hombre nos dice que quedan 3 horas hasta Leymebamba. Claramente se nos va a hacer de noche por esas dos horas parados en la obras!

La carretera sigue igual, angosta, revirada y con el precipicio al lado. Vuelve a hacer subida e intento subir un poco el ritmo para avanzar lo máximo posible antes de que caiga la noche. A falta de unos 40km para llegar a Leymebamba, con los últimos rayos de luz, la niebla se hace presente. Una densa niebla que sumado a la inminente oscuridad hace que no veas más allá de 3 metros. Por suerte la carretera esta asfaltada, y se pueden seguir las lineas blancas de los márgenes, pero no da tiempo a ver los pequeños agujeros que hay en el asfalto. Superados los 3600 msnm la carretera empieza a bajar hasta 1935msnm de Leymebamba. Con la bajada desaparece la niebla y podemos llegar a Leymebamba justo antes de que empiece a llover. A Andy le esperan en Chachapoyas y pese la hora y el clima decide segur hasta ahí. Yo me quedo en el primer alojamiento que encuentro en la plaza!

Cajamarca

Origen: Huanchaco (10:55h)           
Destino: Cajamarca (16:20h) 
Km: 305.1         Tiempo: 5:40     Consumo: 5.2 l/100Km
Alojamiento: Hotel Las Américas 160 PEN

Cajamarca es conocida por ser donde Pizarro capturó a Atahualpa, el último gobernante del imperio inca. Atahualpa fue al encuentro de Pizarro, con la idea de someter a los españoles dada la abrumadora superioridad de su ejercito, pero fue capturado y hecho prisionero. Durante su cautiverio ofreció (o le exigieron) llenar la habitación donde estaba cautivo de oro y plata. Pizarro accedió, pero temiendo fuera una estrategia para ganar tiempo y los incas pudieran preparar un ataque, juzgó a Atahualpa encontrándolo culpable de herejía y mil cosas más siendo condenado a ser quemado vivo. Atahualpa se convirtió al cristianismo minutos antes de morir, para evitar ser quemado y ser muerto finalmente a garrote vil.

De Trujillo a Cajamarca hay varias carreteras que suben más o menos directamente. Google me marca la 101 o la 106, ambas de ripio. El problema es que estamos en temporada de lluvias y todo el mundo te dice que vigiles con huaicos y desbordes. Así pues, lo más fácil es seguir la panamericana hasta Pacasmayo y de ahí remontar el río Jequetepeque por la PE08 totalmente asfaltada. La PE08 es una carretera genial para ir en moto: ancha, bien asfaltada y con curvas rápidas. Los bordes están llenas de arrozales hasta Gallito Ciego, donde hay una represa. Hasta Chilete hay bastante tráfico, luego la carretera se estrecha un poco y se empina bastante, sobre todo los últimos 50km en que se sube hasta los 3050msnm para superar el abra Gavilan. De ahí quedan 20km de bajada hasta los 2750msnm de Cajamarca.

En Cajamarca voy directo a la plaza de armas. Me recuerda a la de otras ciudades de la sierra peruana, un poco más pequeña que la de Cuzco, menos invadida por el turismo, pero sin nada que envidiarle.

PD: Para que veáis lo que la temporada de lluvias significa en Perú, este video es de ayer en Lunahuaná. Hace una semana estaba pasando por ese punto.

Trujillo

Origen: Huarmey (10:10h)           
Destino: Huanchaco (15:50h) 
Km: 284.7         Tiempo: 4:24     Consumo: 5.3 l/100Km
Alojamiento: Hotel Libertad 150 PEN

Trujillo lo conozco. No era una parada prevista en la ruta, la idea era ir hacía la sierra en lugar de llegar aquí por la panamericana pero las lluvias mantienen la carretera central cortada y la idea de llegar a Tengo Maria y Tarapoto ha sido descartada.

Aun así, parar el Trujillo bien vale la pena. Tiene uno de los centros coloniales mejor conservados de Perú, limpio, seguro con las casonas coloridas bien mantenidas y las balconadas de madera dignas de buenas fotos. Ademas tiene los restos arqueológicos de la huaca del Sol y la Luna o de Chan Chan y tiene a Huanchaco, con su muelle, sus caballitos de totora y su cangrejos

La panamericana hasta aquí sigue siendo una aburrida autopista. Lo más destacable y que es una constante en las carreteras peruanas es la cantidad de basura y escombros a los márgenes de estas. Es indignante la poca conciencia en este tema de los peruanos que luego se llenan la boca con el orgullo que sienten por su país. Perú es un país hermoso, lleno de posibilidades y con una riqueza paisajista para envidiar. Sólo con que las autoridades y sobretodo el pueblo tomara consciencia real de ello y no sólo vano orgullo, que gran país podría llegar a ser!

Huarmey

Origen: Lima (11:10h)           
Destino: Huarmey (16:50h) 
Km: 324.4         Tiempo: 4:16     Consumo: 6.2 l/100Km
Alojamiento: La Posada de Huarmey 100 PEN

Hasta hace poco apenas conocía Huarmey. Un amigo estuvo viviendo aquí gestionando las obras de la panamericana y huía cada fin de semana a Lima. Obviamente no ha de ser el mejor sitio para una expatriación, pero la gente de Viaja y prueba se fue la semana pasada y me pareció un buen sitio para parar.

La otra vez que salí en moto de Lima rumbo al norte fui a buscar la panamericana a la altura del Rimac. Era un sábado relativamente pronto por la mañana y se me hizo extremadamente largo y caótico salir de Lima. Hoy, después de preguntar a Javi, la opción ha sido ir por el aeropuerto y luego Ventanilla y ha sido un claro acierto. Pasado el caos de Faucett la circulación se normaliza y es mucho más rápido que salir atravesando Lima.

Prácticamente toda la panamericana norte hasta Huarmey es autopista aunque hay tramos que no están habilitados a pesar de estar acabados. Es aburrida, es desértica y lo único que dan ganas es de enroscarle todo lo que la moto permite para llegar lo antes posible. Aunque mayormente transcurre más alejada del mar que la panamericana sur, llegando a Huarmey se empieza a acercar a la costa, descubriendo caletas y playas que nada tienen que envidiar a las de la reserva de Paracas. Con el calor que hace, esto es lo que me apetece, un bañito y un cevichito en la playa.

A unos 5 km después de Huarmey está el acceso a la playa de Tuquillo. El giro en la panamericana es asombroso si vienes de Europa, pero no tanto cuando llevas tiempo aquí. Un sendero asfaltado cruza la mediana de la autopista para que puedas cruzar los dos carriles del sentido contrario y meterte por un caminito asfaltado de unos 2 km que te lleva hasta la playa. Son tres playas juntas, dos de arena y una de rocas, refugiadas del oleaje por unos espigones naturales lo que las hace mucho más agradables para el baño que las del sur de Lima donde la fuerza del mar hace complicado sumergirse si no se esta en forma.

No voy a innovar y hago caso a las recomendaciones de Zsa Zsa y Luciano y voy directo al restaurante de Guille a por un combo de ceviche de pescado y chicharrón mixto. El ceviche esta bueno, pero el chicharrón puede que sea de los mejores que he probado. Claramente Huarmey bien se vale una escapada de fin de semana!

 

Lima

Origen: Cerro Azul (10:10h)           
Destino: Lima (13:50h) 
Km: 264.5         Tiempo: 3:37     Consumo: 7.1 l/100Km
Alojamiento: Casa de Anaté 60 USD

La moto en Perú es un elemento muy popular, sobre todo en las zonas más pobres. Hay muchísima moto china de baja cilindrada y eso supongo ha condicionado algunas normas que no tienen sentido cuando vas con una moto que en la mayoría de casos es más potente y moderna que la gran mayoría de vehículos del parque motor peruano.

Los últimos (o primeros) kilómetros de panamericana sur son una aburrida autopista de dos o tres carriles dependiendo del tramo; las motocicletas, como los camiones o autobuses, sólo pueden circular por el carril derecho. Hay un par de peajes, pero como todos en Perú, las motos están exentas, así que pégate a la derecha aun a riesgo de ser embestido por algún coche que adelanta por el arcén derecho a 200km/h y usa la vía habilitada para motos.

Cuando llegas a Lima, ojos con seguir el GPS, lo normal es que te meta por la vía expresa o la Javier Prado, lugares por los que no puedes circular en moto aunque no haya ninguna señal que así lo indique. Veras la señal en futuras incorporaciones y te quedaras con la duda de que hacer. Yo preparo la coima por si me paran y me hago el turista de que no sabia nada, no estaba indicado y que así lo tengo grabado con mi cámara del casco. Por suerte nunca me han parado y eso que me cruzado con la policia en la vía expresa.

Otra cosa a la que has de estar preparado en Lima es que tiene el peor tráfico de suramérica que conozco. Me esperaba que La Paz la destronara, pero aunque igual de caótico, el volumen de coches, combis, taxis y asesinos en potencia al volante de Lima hace que mantenga el título por ahora. Es la ley del más fuerte y la moto no lo es, así que prepárate a que te cierren, a que te adelanten por la derecha a escasos 20cm de tu manillar, a que te adelanten por la izquierda a la misma distancia mientras estabas mirando al que te esta adelantando por la derecha, a que te piten por ceder el paso a un peatón con su semáforo en verde y a mil perrerías más. Aún así, después de más de un año conduciendo en moto por Lima, nunca he tenido un accidente y es que ellos están tan acostumbrados que te evitan aunque tu no bailes a su ritmo.

En cuanto a turismo, lo mejor que tiene Lima para mi son sus restaurantes. El Centro histórico es bonito, aunque poco mantenido; los malecones de Miraflores te regalan unas bellísimas puestas de sol si vas en verano, de otra forma te darán la sensación de vivir dentro de una nube; Barranco es una buena zona para tomarte unas cervezas en un ambiente más europeizado. Qué no puedes perderte:

La lista es mucho más larga, así que si te apetece algo, pregúntame y te indico