Para que me bajo!

Orígen: Puerto Varas (12:00h)           
Destino: Los Molinos (Niebla) (22:00h) 
Km: 368.7          Tiempo: 5:32h      Consumo: 5.6 l/100Km
Alojamiento: Cabañas Costanera 20000 CLP

Eso debió pensar mi maleta izquierda, pero no lo dijo la jodida, se tiró en marcha de la moto sin avisar. Por suerte lo hizo nada más salir del hostal, cuando ibamos lentitos. Por desgracia se rompió la sujección de plástico que se apoya en los anclajes, quedado tirada en el suelo.

El plan era un paseo tranquilo, dando la vuelta por la otra orilla del Lago Llanquihue, pasando por el Frutillar y llegar a Osorno por la U55V. En Osorno me habían confirmado que tenian las Heidenau Scout K60 y aunque por tiempo y kilometros hacer el cambio en Santiago, quería pasar por Moto Aventura Chile para confirmar que las tenían en Santiago y aprovechar y comprar unas cinchas. Pero tal cmo salí del hostal, la maleta se desanclo y se partió el anclaje. No es el fin del mundo! La puedo cargar detras y amarrarla con unas cinchas, por suerte mi ruta de hoy incluye un taller como parada.  El problema es que voy bastante descompensado de peso, así que prefiero ir directo a Osorno y perderme Frutillar. De mientras, le envio un mensaje a Dani, el jefe de taller de Oriol Motos, donde suelo hacer todo lo importante a la moto cuando estoy en Barcelona, para que me averigué si se puede cambiar la pieza rota o hay que cambiar toda la maleta. En el fondo, mejor que me haya pasado ahora que he de volver a Barcelona la semana que viene, que en enero cuando ya no tengo esta opción.

Con la moto cargada, pillo la autopista dirección Osorno. Son unos 90Km y 950CPL en total de peajes. Moto Aventura Chile está justo a la entrada, tal y como sales de la autopista. Mientras en tienda me confirman y reservan las ruuedas en Santiago, en taller me ponen una placa metalica y unos remaches para asegurar los enganches de plastico que se habian partido. La visita la completa una pareja de Santiago (MañaRacing en Facebook), que salieron de fin de semana con unos amigos de Colombia y se han liado y bajan con ellos hasta Ushuaia.

Con la tontería se me han hecho las 17h. Quiero pasar por Valdivia y Villarrica antes de llegar a Pucón. El GPS me marca de nuevo la autopista 5. Google lo mismo. Pero en el mapa veo un desvío que puede ser interesante. No quiero que sea un día perdido en la autopista. Así que me salgo por la T85 rumbo al lago Ranco. No podía haber tomado mejor decisión. De nuevo buena carretera, con curvas sinuosas, subidas y bajadas y unas vistas para parar en cada mirador y quedarte extasiado viendo los volcanes nevados, las playas de ceniza volcánica y la inmensa vegetación.

Se me está haciendo tarde y tengo claro que la noche me va a pillar en Valdivia. No está mal el plan, me puedo acercar a la costa y cenar un poco de pescadito. La costa está a unos 20km de Valdivia, el pueblo de referencia es Niebla, y el chico de la gasolinera me ha recomendado que me acerque hasta ahí. Me salto una señal y pierdo media hora yendo en la dirección que no toca y cuando estoy por desistir veo de nuevo la señal que marca la dirección a la costa. Se me va a hacer de noche seguro, pero me la juego, lo que he visto tampooc me llama tanto la atención para quedarme. La carretera a Niebla parece bonita, con lo que mañana de día seguro la disfruto.

Llego a Niebla y un perro me salta a ladrar como es habitual. Lo normal es que borden y me sigan en las carreteras o entradas de los pueblos, pero no en plena plaza de armas, donde voy más lento y le da tiempo a lanzarme un bocado. Por suerte, la bota es resistente, pero me rompe la costura del pantalon @#$%&! A ver si no ha sido tan buen idea llegar tan lejos! Aquí no parece haber nada para dormir ni cenar! Hay una cala un poco más adelante que tiene algo más de luz. Voy hasta esa y si no me doy la vuelta. Se trata de Los Molinos y tal como llego veo cuatro restaurantes con gente. Bien! tengo donde cenar, pero no se ve nada donde dormir. Pregunto a una pareja y me dice que acabo de pasar unas cabañas, así que doy media vuelta y casualmente la dueña había bajado a ver como quedaban las luces de navidad que estaba colocando. En un momento me arregla la cabaña y despues de una buena charla con el marido, voy a cenar al único restaurante que queda abierto: un absolutamente gigante plato de congrio con mariscos al ajo espectacular! Claramente ha sido un acierto llegar hasta aquí!